Las ciudades evolucionan y se adaptan al ritmo que marcan los tiempos y las circunstancias socioceconómicas del momento. En este escenario, el comercio tradicional defiende su espacio a duras penas ante los nuevos modelos de negocio que han tomado el protagonismo para imponer su estilo.

El pequeño y mediano emprendedor burgalés está abocado a buscar nuevos emplazamientos lejos de las clásicas ubicaciones. El centro de los municipios, el punto preferido para desarrollar una actividad por su valor estratégico, ya es un espacio reservado casi de forma exclusiva a las grandes multinacionales debido al precio actual de los alquileres.

Basta con pasear por los enclaves más concurridos del casco antiguo de Burgos para comprobar este cambio de fisonomía de los bajos comerciales. También sirve un solo 'click' en los sitios web especializados en la compra y alquiler de inmuebles para hacerse una idea del impacto de esta realidad.

El precio se dispara en el centro histórico (...).

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