En familia y fieles a Belorado

F. TRESPADERNE
-

Un verano en chanclas (3) | La gestión privada está dando otro aire a la piscina, que vuelve a tener bar y actividades

Esperanza Viviano, veraneante de Bilbao: «Vengo todos los días que hace bueno porque aquí matas unas horas. Se está muy bien, aunque el agua muerde». - Foto: Valdivielso

Para buena parte de los usuarios, las piscinas de Belorado son la prolongación de su casa, ya que en ellas se reencuentran con familiares, vecinos y veraneantes a los que hace tiempo que no ven. Todos son fieles a la villa como lugar de vacaciones. Es el caso de Maricarmen Rodríguez, que recuerda que lleva «viniendo de Bilbao desde hace sesenta años, cuando no había piscina y nos bañábamos en el río, donde nos hacían una poza grande», asegura mientras toma el sol en el lugar que ocupa todos los días, rodeada de las mismas personas, entre las que se encuentra Valvanera Sabas, que pasa sus veranos en Belorado desde hace más de treinta años. 

«Mi hija vive aquí, tiene el hotel Huella del Camino, y siempre me ha gustado venir a la piscina, por la mañana y por la tarde», señala Valvanera, quien se encuentra muy a gusto en Belorado. Y como estas dos veraneantes vascas hay muchas más en estas piscinas, donde se respira un ambiente familiar, todo el mundo se conoce porque como asegura el socorrista «he venido por la fama de muy simpática y abierta que tiene la gente de aquí, y que hace fresco y hay menos trabajo», indica Rubén Izarra, que habla desde la experiencia que le da conocer 'como profesional' muchas de las piscinas burgalesas en las que ha prestado sus servicios.

Los que cambian en esta instalaciones no son los usuarios, estos son fijos campaña tras campaña, sino los profesionales. Al caso de Izarra se suman el del gestor de las piscinas, ya que tras cuarenta años de gestión municipal el equipo de gobierno decidió encomendar la misma a la iniciativa privada.

La gestión privada está dando otro aire a la piscina de Belorado, que vuelve a tener bar y actividades.La gestión privada está dando otro aire a la piscina de Belorado, que vuelve a tener bar y actividades. - Foto: Valdivielso

Al frente de esa gestión privada está Raúl Marqués, jefe de cocina del restaurante Etoile, sito en la Plaza Mayor, quien llega para dar «otro aire» al bar y que «los piscineros tenga un buen servicio», tras veinte años «sin un bar en condiciones», apunta este emprendedor detrás de una barra con apetitosos pinchos, tapas, raciones, tostas, bocadillos y pulgas. «También queremos organizar cenas y luego música en directo y dar un poco de ambiente a las instalaciones que es lo que la gente pide», apunta Marqués, que agradece la buena acogida que está teniendo el bar y su terraza incluso entre los vecinos que no son usuarios de las piscinas.

Raúl Marqués, hostelero y nuevo gestor de las piscinas: «Era necesario un cambio de ambiente y dar un servicio a los usuarios porque hacía 20 años que no había bar».
Raúl Marqués, hostelero y nuevo gestor de las piscinas: «Era necesario un cambio de ambiente y dar un servicio a los usuarios porque hacía 20 años que no había bar». - Foto: Valdivielso

También los habituales de las instalaciones agradecen el cambio en la dirección del bar y el servicio que ofrece. Óscar Alcalde, un beliforano 'fijo' de la piscina, destaca la «tranquilidad» de la misma y el hecho de que «sea muy familiar, nos conocemos todos». De familia sabe mucho Esperanza Viviano, de Bilbao y casada con un beliforano, que acude a la piscina con sus nietos, «Vengo todos los días... que hace bueno, para matar unas horas en las que sino nos sabes qué hacer con los críos», afirma Esperanza, quien solo pone una pega «el agua está que muerde», lo que no es obstáculo para los más jóvenes.