Quintanar acusa de pasividad con los «vertidos de purines»

B.A.
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La alcaldesa, Montserrat Ibáñez, asegura que hasta 20 veces en los últimos dos años ha denunciado a un ganadero porcino de la localidad por hacerlo indiscriminadamente en un monte de utilidad pública, tan cerca del casco urbano que el olor llega

Tres imágenes del vertido que el Ayuntamiento ha detectado esta semana a menos de un kilómetro del casco urbano. - Foto: DB

El Ayuntamiento de Quintanar de la Sierra ha denunciado más de 20 veces durante los dos últimos años al ganadero porcino Ladislao de Miguel Ibáñez «por vertidos ilegales de purines en monte de utilidad pública», según relata la alcaldesa Montserrat Ibáñez, que asegura que ya no sabe a quien recurrir para solucionar un problema que lleva enquistado en el consistorio serrano muchos años. «La competencia corresponde a Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León. Cuando hay vertidos y les aviso, vienen, pero ahí se queda, no se termina de tramitar la sanción y no sabemos por qué», añade. 

El último vertido, como muestran las imágenes, se realizó la semana pasada, a los dos lados de la carretera donde se encuentran sus explotaciones. «La semana pasada también hizo otros dos. Lo hace cuando le da la gana y aquí nadie toma medidas. Nosotros estamos hartos de denunciarle y él sigue procediendo de la misma manera, lo echa allí donde le da la gana», explica  una Ibáñez enfadada e indignada ante la «impasividad de la administración». De hecho, según recalca, tienen pendiente un contencioso con la Junta porque los expedientes «no se terminan de remitir, se quedan ahí estancados», lamenta. También se reunió hace meses con el subdelegado del Gobierno y la Guardia Civil.

No es el único pleito pendiente. Desde hace cinco años la alcaldesa espera la fecha para la celebración de otros dos juicios en el juzgado de Salas de los Infantes. «Por el tema de los vertidos y por otros asuntos, como que no tiene licencia de apertura ni de haber hecho obra, y tampoco la autorización para el crematorio de cerdos que ha instalado», sostiene Ibáñez, que explica que el proceso se alarga porque el ganadero recurre y luego el ayuntamiento va alegando. «Y mientras tanto continúa haciendo lo que quiere, sin respetar». 

Según la alcaldesa, el propietario de esta granja porcina de engorde debería de llevar sus vertidos a Barbadillo del Mercado, donde ha adquirido fincas para hacerlo, «pero le resulta caro y saca la manguera donde le da la gana», como estos últimos días, en los que ha regado con purines afectando a unas tres hectáreas de monte público «con la contaminación y malos olores que esto genera».  Otras veces lo hace en el camino que va a Vilviestre del Pinar, «y cuando llueve directamente al río Zumel», asegura. 

Ibáñez reitera que lo que está haciendo es «ilegal» y que se sienten «abandonados». «Es una gran impotencia, porque nosotros denunciamos, pero el organismo que tiene que hacer cumplir la ley no hace su trabajo. De hecho, siempre que Ibáñez tiene oportunidad, comenta el problema a los representantes de las instituciones, como durante la reunión que mantuvo con Pedro de la Fuente, delegado del Gobierno en Burgos, hace un año, y al que pidió ayuda para frenar esta situación.   

Ladislao de Miguel es el único ganadero porcino de Quintanar de la Sierra y a finales de 2020 la Junta la autorizó a aumentar en 1.000 cabezas su capacidad. «El tema se comenta continuamente entre los vecinos, que van a quejarse al ayuntamiento, y que claro, huelen en cuanto hace algún vertido». También ha solicitado permisos para instalar nuevas granjas porcinas en Barbadillo del Mercado y Contreras, sin conseguirlos de momento.