Isa Martín López

Plaza Mayor

Isa Martín López


Lo de las mangas verdes

03/03/2023

¡Me encanta el olor a elecciones a la vista por las mañanas! Es abrir la ventana al despertar y escuchar las máquinas de fresado de una campaña asfáltica que va con retraso. Mientras desayuno, los titulares me asaltan desde las páginas de este periódico con fotos de visitas a trabajos menores o reaperturas que llegan incompletas y años tarde, mientras que los grandes proyectos siguen durmiendo el sueño de los justos. 

La cosa mejora cuando salgo a la calle y comparto charla con mis convecinos. Que si más de un año para arreglar un trozo de una avenida principal, que si empresas sufriendo retrasos en otro pedazo de calle en la zona industrial, que si un barrio jugando al tetris para saber por qué calle pueden o no circular, además de un sinfín de zonas olvidadas hace años. No sigo, que empiezo a deprimirme con tanto tarde, mal y nunca.

Pero lo que más pena me da es que este maltrato hacia mi ciudad, Aranda de Duero (que imagino que será extrapolable a cualquier lugar) llega por parte de todas las administraciones, todas acumulan proyectos inacabados, no empezados u olvidados en un cajón. Ejemplos: locales hay demasiados (PGOU, Jardines, avenida Castilla, puente Bigar,... elijan ustedes), la ronda y el nuevo hospital en el bando regional, y la A-11 y el tren Directo en el negociado nacional. ¡No me negarán que es para desesperarse! 

Pero no, ahora llega una cita con las urnas y todo avanza, se levantan calles, el espacio público se llena de máquinas por doquier (para parecer que se hace algo) y nuestros gobernantes y los que aspiran a serlo no se cansan de pregonar a los cuatro vientos que tal o cual asunto estará «en unos días o semanas», que es una prioridad, que la cosa no puede seguir así, que ya verás cuando estemos nosotros lo bien que lo hacemos. 

Pues eso, que a buenas horas.