La dirección del HUBU volvió a pedir ayer voluntarios a diversas especialidades para organizar de nuevo los equipos médicos que se encargarían de la atención de los pacientes con covid-19 en planta, en caso de que un incremento de las derivaciones de enfermos de otros hospitales en riesgo de colapso aumentara la presión asistencial en el burgalés. El HUBU es el único grande de la región que está afrontando con cierto ‘desahogo’ la tercera oleada, por lo que a los cuatro pacientes críticos trasladados en los últimos días a la UCIburgalesa desde Segovia (3) y Palencia (1), ahora hay que añadir dos enfermos derivados a plantas de hospitalización covid, también desde el complejo asistencial palentino.

En los hospitales de Valladolid, León o Salamanca había ayer entre 168 y 290 personas ingresadas en planta por la infección por SARS-CoV-2, mientras que el HUBU seguía con 85 en un momento en el que la incidencia acumulada en Burgos capital por nuevos contagios ya es decreciente (ver página adjunta). Semejante diferencia hace prever que Sacyl se apoyará más en el hospital de Burgos en los próximos diez días, cuando la presión por covid puede comprometer la capacidad de otros complejos asistenciales. Grandes y pequeños.

Así, la dirección del HUBU ha decidido adelantarse y empezar a captar voluntarios para atender enfermos infecciosos en equipos coordinados por neumólogos e internistas. Esta forma de dar soporte a los servicios de Medicina Interna y Neumología no es nueva, se empleó en primavera y, sobre todo, en otoño, cuando la segunda oleada amenazó con provocar que el hospital tuviera que gestionar más indicaciones de ingreso que camas había disponibles el 9 y 10 de noviembre.

(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)