Viviendo en el año del gato

Diego Izco (SPC)
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Viviendo en el año del gato - Foto: JUAN MEDINA

Si ha oído como a Benzema le llaman 'gato' y no sabe de dónde viene, el artista del bautizo fue José Mourinho hace 12 años, cuando el portugués protestaba porque el Madrid no le había fichado un delantero en el mercado invernal y Gonzalo Higuaín estaba lesionado: «Si no tienes al perro para ir a cazar pero sí tienes un gato, vas con el gato». Por entonces, tanto 'Mou' como el madridismo consideraban a Karim un delantero en construcción (tenía 22 años), un atacante con instinto, pero garras limadas, un niño malo en la calle pero inocente en el césped…    

Es posible que entonces tuviesen razón. Benzema lucía en el Bernabéu con la timidez que no pudo permitirse en las calles de Le Terraillon, el barrio de Bron (localidad anexa a Lyon) clasificado como Zona de Seguridad Prioritaria (ZSP) por el Gobierno francés: «Territorio que sufre más que otros la inseguridad diaria y la delincuencia arraigada». Allí tuvo que ser duro y rodearse de sus siete hermanos y de otros aún más duros para evolucionar, convertirse en deportista de élite, aprovechar su don: de no haberlo tenido, probablemente estaríamos hablando hoy de un niño roto, un delincuente, un pandillero…

Nunca se despegó ni de su barrio ni de su gente, hecho que le ha acarreado varios problemas a lo largo de su carrera: atrás quedan las acusaciones (2010) de mantener relaciones sexuales con Zahia Dehar, una prostituta francesa de origen magrebí, cuando tenía 16 años; las innumerables multas de tráfico e incluso accidentes  a bordo de coches de lujo conducidos sin puntos en el carné; o, sobre todo, su vinculación (2015) a un caso de extorsión a su compañero de selección Mathieu Valbuena, a quien pidió que pagara a cambio de que no difundir un vídeo de contenido sexual. 

Viviendo en el año del gatoViviendo en el año del gato - Foto: AFP7 vía Europa PressSin embargo, jugaba a fútbol con el instinto que solo manejan los elegidos y de corto siempre mantuvo la suficiente distancia como para aislarse y triunfar: debutó con el primer equipo del Olympique de Lyon con 17 años y 29 días (ocho años después de incorporarse a su cantera), con apenas 20 años fue el mejor jugador del año del histórico doblete del OL con 31 goles en 51 partidos, cuando  apenas tenía 22 años el Real Madrid pagó 35 millones por tenerlo en nómina… 

La evolución

En Madrid encontró (y ha encontrado) la crítica, la gloria y un enorme 'tapón' llamado Cristiano Ronaldo, el encargado oficial del último golpeo. Benzema, puro instinto en ataque, fue actualizando su 'software': nunca había sido un gran 'bajador' de balones, un iniciador de contragolpes, el filtrador del último pase o el tipo al que tirarle una pared y recoger una devolución perfecta. Sin embargo, fue convirtiéndose, exactamente en eso, en un atacante cada vez más completo y determinante. 

La última 'actualización', obligada tras la salida de 'CR7' ha entregado un Karim casi perfecto. Todo lo que hacía en los tiempos del portugués se mantiene en su sitio… y además ha logrado que surjan nuevas identidades como la del llegador indetectable, el cabeceador, el pillo que confunde a los porteros o el rematador que necesita dos para meter tres. En los 37 partidos que ha disputado esta temporada, el galo lleva 38 goles (ya ha superado ampliamente su mejor registro, el de la 11/12, con 32 tantos), entre ellos los cuatro que eliminaron al Chelsea en cuartos, los tres que tumbaron al PSG en octavos... A sus 34 años, solo el paso del tiempo puede detener la consagración de uno de los mejores atacantes del siglo. Ya le están preparando una (justísima) carrera hacia el próximo Balón de Oro tras la polémica en el galardón de este año.