La céntrica calle Carrequemada de Aranda de Duero ha permanecido cortada durante más de dos horas ante la actitud violenta y amenazante de un inquilino del cuarto piso del número 14 de esta calle que estuvo vociferando desde el balcón de la vivienda, en la que estaba solo, y lanzando papeles, chalecos reflectantes y sillas de madera a la vía pública. El altercado había comenzado a primera hora de la tarde, cuando el mismo individuo había lanzado al patio interior de la finca objetos voluminosos como el frigorífico y un somier. Tras la denuncia de la vecina de al lado, ella misma relató que se había calmado con la primera visita policial, pero que había vuelto a su actitud violenta horas más tarde, llegando incluso a amenazarla.

«Era una situación complicada primero por las amenazas a la vecina y el estado emocional del sujeto, y segundo porque había que darle una solución policial, hemos optado por el agotamiento, ya se cansará, pero ha habido un intento de negociar con él y la provocación ha hecho que saliera corriendo a agredir a los agentes y ha sido el momento que hemos aprovechado para hacerle correr por la escalera y, en el portal, detenerle», relató el jefe de la Comisaría de la Policía Local de Aranda, Joaquín Gomá, que formó parte del operativo.

El individuo llegó a increpar a los efectivos policiales con una tijera y útiles de cocina. «Cuando estábamos aquí lo que asomaba por la ventana era la bombona de butano y por eso hemos entrado», recalcó Gomá, que explicó que «el hombre estaba fuera de sí». El tráfico tanto de vehículos como de transeúntes se cortó por seguridad en la vía pública, con lo que se evitó cualquier daño ni a personas ni a propiedades públicas o privadas.

Nada más detenerle al salir del portal, los sanitarios que estaban presentes en la zona le atendieron mientras le retenían los agentes, con el primer objetivo de clamarle para su posterior traslado al Hospital de los Santos Reyes, con custodia policial al estar detenido, donde evaluaron su estado.