Un corral de campeones

A.C. / Santa Cruz de Andino
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El leonés José Antonio Prieto, afincado más de 20 años en Villarcayo, es un avicultor apasionado de las gallinas y, en especial, de la castellana negra, que le ha hecho campeón de España en 2022

José Antonio Prieto Prieto con su campeón nacional, Jerez, un macho de castellana negra nacido en febrero de 2022 en su finca de Santa Cruz de Andino. - Foto: A.C.

En Santa Cruz de Andino hay un pequeño paraíso para las gallinas. Lo ha ido creando durante los últimos quince años José Antonio Prieto Prieto, un leonés a quien el trabajo de su mujer le trajo a la comarca de las Merindades hace dos décadas. En su pueblo natal, Salio, uno de los nueve que anegó el embalse de Riaño, y después en Taranilla, en el Valle del Cea, creció rodeado de la ganadería familiar, vacas, ovejas y, como no, gallinas. Aún recuerda como le decía su abuela: «Ha aparecido la zamorana y ha venido con 15 pollitos». 

Aquella zamorana era una de las gallinas de raza castellana negra, conocidas con ese gentilicio en muchos lugares. Para Toño, como se le conoce, «es la mejor gallina del mundo», su favorita. «Es superbrava, muy activa, terrible, tiene un genio disparatado...», describe. Pero su belleza, con reflejos verdes y azulados en el plumaje negro, es espectacular y su aptitud como ponedora, indiscutible. De ella nacen unos huevos de color blanco tiza que llegan hasta los 80 gramos y no suelen bajar de los 60.

Pero además esta gallina, la raza autóctona ponedora por excelencia en España antes de que las granjas industriales impusieran razas foráneas, sobrevive como ninguna al frío -hasta 10 bajo cero han tenido en Santa Cruz de Andino- o a los más de 40 grados de las provincias más cálidas y resiste muy bien a las enfermedades, como explica Prieto, un auténtico experto. Lleva unos seis años concursando y solo se ha presentado a dos Campeonatos de España, después de que le insistieran mucho en Ganeca, conocedores de la calidad de sus animales. Y en los dos se ha ido con premio.

Prieto cría la gallina castellana negra y dos razas autóctonas vascas, la gorria (roja) y la marraduna (moteada), arriba, así como la catalana Flor d’Ametller (flor de almendro), abajo con pintas blancas, y su variedad porcelana, blanca, gris y beigePrieto cría la gallina castellana negra y dos razas autóctonas vascas, la gorria (roja) y la marraduna (moteada), arriba, así como la catalana Flor d’Ametller (flor de almendro), abajo con pintas blancas, y su variedad porcelana, blanca, gris y beige - Foto: A.C.

En el último Nacional de Avicultura, celebrado el pasado noviembre en Jerez de la Frontera, uno de sus ejemplares, ya bautizado como Jerez, se impuso como el mejor macho de castellana negra de España y una de sus gallinas, como la mejor hembra de esta raza. La placa que le envió el Ministerio de  Agricultura, Pesca y Alimentación le llena de orgullo. Y se la enviaron porque él no pudo acudir personalmente y sus animales los llevaron compañeros de  la Federación Española de Avicultura, Colombicultura y Cunicultura (Fesacocur) y otros contactos.

La castellana negra es la mejor gallina del mundo, mi favorita. Es superbrava, es terrible, tiene un genio disparatado»

Antes de que la pandemia lo detuviera todo, en noviembre de 2019, en su primera participación en el nacional, en Caravaca de la Cruz, se llevó el segundo premio al mejor macho de castellana negra. En otoño, Gijón será la sede de la cita nacional y Prieto no esconde , «con humildad», que le gustaría volver a obtener un reconocimiento.

Una gallina Flor d’Atmeller incubando huevos de castellana negra.Una gallina Flor d’Atmeller incubando huevos de castellana negra. - Foto: A.C.

Pero el rosario de premios es constante, porque los pasados 7, 8 y 9 de diciembre en Iberavis, la VIII Exposición y Concurso Avícola de La Rioja, se llevó el premio a la mejor ave de todas las presentadas a la exposición de todas las razas, el premio a la mejor castellana negra y el premio al mejor macho de todas las razas con un ejemplar de castellana del que asegura que se va a desprender. También triunfó con una gallina de la raza autóctona vasca gorria, que resultó la mejor gallina autóctona y la mejor de entre las de las cinco razas vascas que acudieron al certamen. Y es que Prieto también pertenece a la Asociación Euskal Oiloa.

Yes que la crianza de estas aves «es una fiebre que te entra y cuando te da es un no parar», asegura Prieto, que solo tiene una obsesión: «Perfeccionar la raza castellana negra» tanto en sus características morfológicas y belleza, como en sus aptitudes de puesta de huevos. Cada día a mediodía, durante el breve descanso que le permite su trabajo en la construcción, se acerca a ver como van las gallinas que están incubando a sus futuros campeones. Las da de comer,  les da agua y limpia los cajones donde se encuentran. Por la tarde noche regresa. Amante de la cría natural, prefiere que sean las gallinas las que se ocupen de sus pollitos y los incuben. Pero las cluecas que incumban a sus futuros gallos y gallinas de castellana negra curiosamente son de otra raza autoctona catalana, la de la Flor d'Ametller (Flor de almendro), mucho mejor incubadora que la castellana negra. Cuando se ponen cluecas les da el cambiazo y cuando nacen sus polluelos los creen suyos.

Esto de criar gallinas es una fiebre que cuando te entra, te entra y es un no parar»

Sus dos campeones de Jerez nacieron a principios de 2022. En la hornada de decenas de huevos que ahora incuban sus gallinas posiblemente nazcan nuevos campeones. Y es que los animales están en su esplendor con menos de un año. Estos días en su corral doméstico las gallinas no pueden salir a disfrutar de la hectárea de terreno de su finca porque la amenaza de la gripe aviar obliga a confinar todas las aves hasta que las migratorias vuelvan al norte de Europa, algo que sucederá hacia el mes de marzo. Estos días, las gallinas de las razas castellana negra, flor de almendro, también en su bella variedad porcelana, así como las dos razas autóctonas vascas, la gorria y la marraduna, que cría en Santa Cruz de Andino, están en los corrales. Pero cuando viven en libertad son las más felices del mundo. Las castellanas negras llegan incluso a dormir en lo alto de los robles centenarios que rodean la finca.

Comen el mejor pienso, trigo, maíz, cebada y pipas de girasol, que les dan un plus de calorías. Viven en un lugar extraordinario y tienen un cuidador que prácticamente no falla ni un solo día del año a la cita con sus aves. En la finca también cría perdices rojas, faisanes dorados, faisanes comunes e incluso cuenta con una pareja de pavos reales. No le faltan tampoco unas pocas ovejas churras para comer buenos lechazos y es que Prieto es amante de las razas autóctonas en todas las especies animales.