Pilar Cernuda

CRÓNICA PERSONAL

Pilar Cernuda

Periodista y escritora. Analista política


Vuelve el bipartidismo

06/09/2022

No hay más que echar un vistazo a los sondeos de los últimos meses: vuelve el bipartidismo.

Los pronósticos sobre el nuevo gobierno, se centran en ver qué socios pueden sumar Pedro Sánchez o Alberto Núñez Feijóo para conseguir La Moncloa y en el debate que se celebra este martes en el Senado todos los pronósticos giran en torno a si el vencedor o el vencido serán Sánchez o Feijóo. El resto de los dirigentes nacionales no existen. Excepto en País Vasco y Cataluña, con sus potentes partidos regionales. Pero incluso la división de nacionalistas, independentistas y sea lo que sea Bildu, esa división da alas al PSOE y al PP para incrementar su presencia en esas dos plazas.

Hace un año se especulaba sobre el surgimiento de partidos que, con el marchamo de la España vacía o vaciada, podrían incrementar su hoy exigua presencia parlamentaria e inclina la balanza a favor de uno de los dos grandes partidos nacionales. Sin embargo, ni en las elecciones de Castilla y León, ni en las de Andalucía, consiguieron el éxito que esperaban, entre otras razones por la aparición de Feijóo en la escena nacional.

En el caso castellano leonés, se percibía el cambio en el PP, de hecho Pablo Casado se vio obligado a dimitir como presidente del partido una semana después de esas elecciones. En el de Andalucía, el llamado "efecto Feijóo" fue tan fuerte que, más allá de los méritos de Juanma Moreno, que los tenía, por primera vez ganó el PP unas elecciones andaluzas con mayoría absoluta.

Mañueco tuvo que pactar coalición con Vox, en aquel momento un partido fuerte y creciente, pero fue el último triunfo de Santiago Abascal, con Vox en retroceso en cuanto Feijóo fue elegido presidente del PP. Se asentó la idea de se podía reproducir la España que con el bipartidismo vivió las décadas mejores de su historia.

Pedro Sánchez es consciente no solo de la tendencia bipartidista sino de que esa tendencia puede desalojarlo del poder, porque pierden fuelle los partidos menores. Todos, pero sobre todo los de centroderecha, bien porque es la tendencia en alza, bien porque se acrecienta el rechazo masivo a Pedro Sánchez … o bien porque el centroderecha añora aquel bipartidismo que fue tan positivo para los españoles.

Es la razón de que Sánchez empiece a separarse política y afectivamente de Podemos y de sus socios más indeseados por la mayoría, independentistas y Bildu; la razón de que apruebe medidas económicas para los más desfavorecidos aunque engrosarán sensiblemente las arcas del Estado -ha anunciado este lunes, precisamente ahora, el derecho a paro para el servicio doméstico una reivindicación que era obligado atender- y ha dado instrucciones al partido y Gobierno para arrear de forma implacable al nuevo líder del PP.

El bipartidismo pasa por fortalecer a PSOE y PP… y él pretende que solo el PSOE sea fortalecido, para mantenerse así en el gobierno.