La burgalesa que dirige a Saritísima

ALMUDENA SANZ
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Eva Manjón recupera la producción 'Mi última noche con Sara' para una segunda etapa con la cantante Nuria Fergó en el papel principal y estreno en el Teatro Soho de Málaga el 16 de febrero

Eva Manjón (c.) charla con Nuria Fergó y José Manuel Seda en uno de los ensayos del montaje de esta misma semana.

Sara Montiel se dibuja en la carrera de Eva Manjón como un referente, un espejo en el que mirarse en la lucha por alcanzar un sueño. Hace siete años, la actriz burgalesa fundó su propia productora, Evita Produce, para orquestar el homenaje que ella consideraba debido a la gran intérprete manchega. Con los mismos arrestos que tuvo su admirada Saritísima para cruzar el Atlántico para labrarse una carrera en Hollywood, sacó adelante el espectáculo musical Mi última noche con Sara. Se estrenó en Campo de Criptana en el verano de 2016, giró durante un año por toda España y pasó varias semanas en Madrid antes de volver al baúl. Llegó la pandemia y el todos a sus casas. Sara fumando esperaba. Y pese a que la maternidad por partida doble dejaba poco resquicio a Manjón para pensar en los escenarios, se mantuvo latente la sensación de que se había sacado poco partido a aquella producción que tantos sudores la hizo pasar. Hasta que por esas grietas pasó la luz suficiente para preguntarse por qué no. Y con el mismo tesón que la primera vez ha desempolvado el guion y vuelto a las tablas, con algunos cambios. Ella de nuevo coproduce y dirige, pero ya no actúa. Ese papel se lo ha dejado a la cantante Nuria Fergó, conocida por su paso por la primera edición de Operación Triunfo, con pinitos en la interpretación (Amar en tiempos revueltos...), y al conocido actor José Manuel Seda en el de su productor, Julián Amezcua. El único que se mantiene en el reparto es Pablo Monteagudo, como Currito, asistente y fan incondicional de la estrella.

Mi última noche con Sara se desarrolla durante una noche. La actriz, tras un incidente con su productor durante una corrida de toros en Las Ventas con Franco, decide grabar el último álbum que le ate a su discográfica. Quiere ser libre para gestionar su propia carrera. No cuenta con la visita de Amezcua, que la intentará convencer para que renueve el contrato. Entre canción y canción (Fumando espero, El relicario, La violetera, Tatuaje, Bésame mucho...) y entre pelea y pelea, la diva abre su corazón y revela qué se esconde tras el mito.

«Gustó mucho en su momento, ganó varios premios, tuvo buenas críticas y éramos conscientes de que no se había explotado, sobre todo en algunas zonas, por ejemplo Andalucía», expone Manjón en una pausa fugaz de los ensayos.

La cuenta atrás ha comenzado. Estrenarán el 16 de febrero en el Teatro del Soho de Málaga, el proyecto de Antonio Banderas. Estarán en cartel del 16 al 19, con cuatro funciones. La próxima fecha ya confirmada los llevará hasta la también localidad malagueña de Nerja, tierra natal de Fergó, el 10 de marzo. Ya están cerrando en Madrid y una gira, que la actriz burgalesa espera que pare en el Teatro Principal de Burgos. Aquí ya estuvo en octubre de 2016, pero el espectáculo ha pegado una vuelta con el nuevo reparto y quiere mostrárselo a sus paisanos.

Manjón reconoce que ahora respira. «Aquello fue una locura. Yo producía, dirigía artísticamente y protagonizaba, y era un personaje con mucho peso, que no sale de la escena y canta diez temas. Al final, no disfrutas ni de una cosa ni de la otra», confiesa entregada a su labor de dirección, sobre todo desde que es madre, sin descartar para nada la interpretación, que aguanta en su hoja de ruta. Se siente como pez en el agua. Cree que es algo para lo que poco a poco le ha ido preparando la vida.

Y admite que ser cocinero antes que fraile ayuda. «Siempre me dicen que se nota que me han dirigido porque las pautas parten desde la empatía. Para dirigir a los actores a nivel emocional es esencial la experiencia previa como actriz porque yo sé que muchas veces te sientes perdida, desnuda y te tienes que buscar la vida para defender un personaje», destaca feliz de estar en el otro lado y, de momento, sin morriña por ponerse bajo los focos. «Cuando interpretas eres una marioneta y el director es quien la mueve; eso es muy divertido. Llevar el control del proyecto es muy satisfactorio», remacha al tiempo que advierte que ha ganado calma al quitarse los casting de encima, pese al ritmo trepidante de la dirección. Sarna con gusto...

Los focos vuelven a ponerse sobre Juana I de Castilla

En su nuevo papel de directora, Eva Manjón recibió una llamada para llevar la producción y dirección artística de una nueva propuesta sobre Juana I de Castilla, Juana. Si estuvo loca, no le faltaron motivos, un monólogo interpretado por la actriz Mar Galera, con texto de Manuel Ballesta. La reina habla en primera persona y comparte su versión de los hechos, sus emociones al ser apartada de la corona, las humillaciones sufridas... El estreno tendrá lugar en el Teatro Infanta Isabel de Madrid el 27 de febrero para luego entrar en circuitos y redes. Burgos, de nuevo, vuelve a estar en sus planes. La relación con la ciudad y la provincia de la apodada La Loca lo hace inevitable.

La burgalesa asume el proyecto como un desafío. Porque por ella como directora artística pasan todas las decisiones. «Me dejaron un texto y una actriz. Y yo tengo que decir cómo imagino el espacio escénico y el sonoro, cómo quiero que la actriz se mueva, el vestuario, el cartel, el imaginario que vamos a contar, cómo lo contamos... Todo», enfatiza contenta de tener tantos frentes abiertos.

Un presente al que se suman otros en el horizonte, especialmente un proyecto internacional, sobre el que guarda silencio. Solo avanza que «es gordo, gordo» y que «se está cocinando a fuego lento».