Puerta abierta a las entrañas históricas

AARÓN C.C.
-

Medina de Pomar, Espinosa de los Monteros y la Merindad de Sotoscueva se han unido al proyecto Museos Vivos para mostrar sus joyas románicas, su trayectoria de leal servicio a España y las tradiciones de la comarca

La ermita de San Millán es el referente del románico más antiguo de Medina de Pomar. Restaurada y salvada de la ruina a finales del siglo XX, conserva su ábside semicircular. En 2005 se decidió construir el museo en su interior. - Foto: Luis López Araico

Las visitas a los museos siempre se han representado con grandes grupos de personas acompañados por un guía, quien les iba explicando sala a sala las obras que se hallaban en cada una de ellas. Para tres localidades de la provincia ese estereotipo cambió por completo tras su incorporación al proyecto Museos Vivos. La idea surgió hace aproximadamente un año, pero no fue hasta marzo cuando se habilitó la web que permite el acceso autónomo.

Medina de Pomar, Espinosa de los Monteros y la Merindad de Sotoscueva ofrecen a sus usuarios la posibilidad de entrar en sus respectivos museos cualquier día del año, de forma autónoma y gratuita, sin necesidad de un guía que les acompañe. A través de una reserva vía online recibirán un código de acceso, con el que podrán abrir la puerta principal y comenzar así la visita. Una vez que esta haya finalizado, únicamente tendrán que cerrar el portón.

Los horarios habilitados en las tres localidades van de 8 de la mañana a las 9 de la noche. El recorrido dura aproximadamente una hora, y los interesados tienen a su disposición un pequeño vídeo explicativo en el que se cuenta la historia del centro y del municipio que lo acoge, así como todos los datos sobre su temática. 

La Casa de Juntas del Valle de Sotoscueva se transformó hace más de una década en un museo etnográfico con el fin de homenajear a las generaciones pasadas y el trabajo que estas realizaban a lo largo de todo el territorio de la Merindad.La Casa de Juntas del Valle de Sotoscueva se transformó hace más de una década en un museo etnográfico con el fin de homenajear a las generaciones pasadas y el trabajo que estas realizaban a lo largo de todo el territorio de la Merindad. - Foto: Luis López Araico

Para los visitantes que lo deseen, también sigue siendo posible acudir con un guía, adaptándose a los horarios establecidos por los mismos y con un número mínimo de personas para organizar un grupo.

Las tres localidades buscan enseñar y conservar la historia de las mismas a través de la cultura que ofrecen sus respectivos museos de una forma diferente e innovadora.

A falta de confirmación de asistencia oficial, desde los museos auguran una cantidad de visitas similar o incluso superior al formato que les precede, por lo que califican estos primeros meses como satisfactorios.

El museo se encuentra ubicado en la segunda planta del edifico de la biblioteca y la sala de informática. En él hay constantes referencias a la Guardia Real Española, con murales y estatuas características. El museo se encuentra ubicado en la segunda planta del edifico de la biblioteca y la sala de informática. En él hay constantes referencias a la Guardia Real Española, con murales y estatuas características. - Foto: Luis López Araico

1) Centro de interpretación del Románico de las Merindades en Medina de Pomar
Ubicado en la ermita de San Millán, restaurada a finales del siglo pasado para rescatarla de la ruina, se convirtió en la localización ideal para un museo de esta temática, ya que se trata del único vestigio románico de la localidad. En su interior, los asistentes podrán disfrutar de una visita acerca del patrimonio románico que jalona la provincia burgalesa. A través de paneles informativos, reproducciones y maquetas interactivas, los usuarios tienen a su disposición una gran cantidad de información con la que profundizar más en esta época de nuestra historia. Este estilo artístico comparte su belleza con los paisajes en los que se encuentran los monumentos. También se ofrecen detalles sobre las cinco rutas turísticas del románico que se encuentran dentro del territorio de Las Merindades, en el marco del proyecto de la Europa Románica.

2) Museo de los Monteros del Rey en Espinosa

Pese a ser una villa que no supera los 2.000 habitantes, Espinosa de los Monteros tiene un hueco muy importante en la historia de España, y más concretamente en la de la Guardia Real.     

Hay que retroceder hasta principios del siglo XI para comprender la importancia del municipio, más concretamente al año 1006. Por aquel entonces, reinaba en Castilla el conde Don Sancho. Su madre se enamoró de un moro cuyo objetivo principal era envenenar a su hijo para así hacerse con el poder en el territorio. Esta conjura llegó a oídos de un mayordomo nacido en Espinosa, que inmediatamente alertó al conde y este le contrató para que velara por sus sueños y no estuviera expuesto a este u otros magnicidios. Desde entonces, la guardia de los Monteros exigía que sus miembros tuvieran relación con el pueblo, una tradición que se mantuvo hasta hace unas décadas, cuando se integró como un cuerpo más dentro de las Fuerzas Armadas Españolas, con sus correspondientes requisitos de ingreso. 

Otro de los capítulos más noticiosos tuvo lugar ocho siglos más tarde, en 1808, con la batalla que el ejército Napoleónico lidió en tierras espinosiegas entre el 10 y el 11 de noviembre de ese mismo año. Al tratarse de una victoria francesa, el nombre de Espinosa aparece en el Arco del Triunfo como una de las victorias de la Revolución. 

El museo dedica una sala a cada una de estas fechas como homenaje. En ellas se pueden contemplar uniformes militares oficiales de diferentes épocas, documentación histórica y recreaciones de los hechos a través de maquetas y  del armamento utilizado por los soldados. Hay una tercera estancia para exposiciones temporales. 

El museo se inauguró en el año 2006, coincidiendo con el milenario de los Monteros.

3) Museo etnográfico de la Merindad de Sotoscueva

Situado a medio camino entre Quintanilla Sotoscueva, Quisicedo y Villabáscones se encuentra el museo etnográfico de Sotoscueva, inaugurado en el año 2011 y utilizado también como Casa de Juntas del valle. 

A los pies de la vía del ferrocarril de La Robla, que en sus orígenes unía León con Bilbao, el recinto homenajea a algunos de los oficios más característicos de la merindad, compuesta por 25 municipios, así como algunas de las actividades de ocio más populares. 

A su llegada, el visitante se encuentra un amplio jardín con 4 puestos, en los que se recrea el puesto del apicultor, el herrero y el carbonero vegetal. El último de los espacios está reservado para el potro, donde se colocaban y retiraban las herraduras de los caballos. La zona exterior también cuenta con un área infantil con columpios, convirtiendo el lugar en una zona ideal para pasar el día en familia junto a los más pequeños. 

Este enclave turístico se encuentra próximo al Monumento Natural Ojo Guareña, y muchos de los visitantes que acuden a conocer el complejo con más de cien kilómetros de cuevas aprovechan su jornada para hacer parada en el museo etnográfico. 

En su interior se encuentran muchos de los instrumentos utilizados por los labradores de la época, así como una cronología completa y la evolución de la merindad a lo largo de la historia de Castilla.  

También hay una maqueta en la que se muestra en su totalidad la amplitud del territorio con todas las localidades que lo componen.puerta 
abierta a las entrañas históricas