Marian Peña

Observando al Mundo

Marian Peña


Alimentos kilómetro 0

30/03/2022

Quizá es que aún muchos recuerdan el racionamiento en la época de la posguerra del que hemos oído hablar a nuestros padres y abuelos, que somos animales de costumbres y reaccionamos irracionalmente cuando vemos peligrar nuestras rutinas diarias o, simplemente, que los medios de comunicación nos manejan a su antojo con noticias alarmistas que interiorizamos sin pensar. Lo cierto es que resulta difícil explicar el fenómeno que se está produciendo estos días en tiendas y supermercados donde escasean productos como la leche o el aceite de girasol y no sólo porque la huelga del transporte impida su normal reposición sino porque, en gran medida, muchas personas se han lanzado a hacer absurdos e insolidarios acopios ante la perspectiva de un hipotético desabastecimiento, al que llegaremos con más probabilidad con estos comportamientos, o ante la posibilidad de un encarecimiento como consecuencia de la guerra en Ucrania, cuando somos nosotros mismos los que conseguimos que esto sea así haciendo compras masivas. No pensaba que fuese necesario recordar a estas alturas cómo funciona la ley de la oferta y la demanda.

Es cierto que la guerra no trae nada bueno y que todos estamos con la economía muy al límite como consecuencia de encarecimiento de la energía y los combustibles pero también lo es que, afortunadamente, tenemos a nuestro alcance todo tipo de alimentos y alternativas a los productos que pueden escasear, solo tenemos que modificar un poco nuestros hábitos de consumo y abastecimiento. Estos días más que nunca vuelve a la actualidad el concepto kilómetro 0, aquel que recomienda apostar por los productos que se elaboran y cultivan en nuestro entorno cercano, aquellos que entre su recolección y nuestra mesa no tienen la necesidad de recorrer miles de kilómetros. Verduras, hortalizas, carne y legumbres que estos días no han faltado en nuestros comercios, con la ventaja añadida de que su consumo también ayuda al desarrollo de la economía local además de reducir el número de intermediarios, con lo que el productor obtiene un beneficio más justo por su trabajo. Sólo con esto y con no actuar impulsivamente como reacción a los mensajes, muchas veces interesados, que nos llegan a través de los medios y redes sociales ya tendríamos mucho ganado.