12 años soportando la insalubridad de un edificio colindante

C.M
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Los vecinos del edificio colindante llevan 12 años soportando la insalubridad de las palomas. Técnicos municipales entraron en abril pero aún no se ha hecho la limpieza prometida

El inmueble presenta un lamentable estado y por las ventanas se cuelan las palomas. - Foto: Jesús J. Matías

Los vecinos de Cabestreros están desesperados por los problemas de salubridad que genera el edificio situado en el número 14 de la calle sin que se les ponga solución después de años en los que han enviado cientos de escritos al Ayuntamiento alertando de la situación. 

En abril efectivos de la Policía Local y Bomberos accedieron al inmueble, tras obtener el permiso del propietario, para hacer una evaluación de su estado y proceder a su limpieza de manera subsidiaria pero sin embargo seis meses después nada se ha hecho. 

Además, en el camino el dueño del inmueble ha fallecido, lo que ha aumentado todavía más la desesperación vecinal, dado que ahora será más difícil llegar a una solución. «Hicieron un paripé en abril para la foto pero no se ha movido ficha. Ya no sabemos qué hacer. Nos decían que se iban a poner en contacto con el propietario y ahora se ha muerto. Si no lo han hecho en este tiempo ahora entre que se hacen cargo los herederos van a pasar años», indicó Yolanda Marcos, una de las vecinas del edificio colindante. 

En opinión de la residente, la situación de abandono y ruina del edificio se está convirtiendo en un problema de salud no solo para los vecinos sino para los paseantes y turistas al estar en cerca el Museo del Retablo y a escasos metros de la Catedral. «Estamos desesperados hemos pasado otro verano fatal y no hay nada de la limpieza que prometió el Ayuntamiento». 

El edificio es un verdadero palomar, dado que las ventanas están rotas y entran en su interior buscando refugio, y ello genera no solo ruidos sino que el entorno se llene de excrementos y olores, dado que hay muchos animales muertos. También ha detectado la presencia de roedores y gatos.

Los vecinos del número 12 llevan desde 2009 quejándose al Ayuntamiento de la situación del edificio en el que su propietario pensaba construir 16 apartamentos pero el estallido de la crisis de la construcción lo dejó varado. Ello ha supuesto un paulatino deterioro del inmueble. Se han caído tejas y otros elementos de las fachada, además de la señalada suciedad de las palomas. Hace dos años tuvieron que desembolsar 2.000 euros cada vecino para renovar el desagüe al haber colapsado.

En abril las concejalías de Licencias, Medio Ambiente y Sanidad decidieron desbloquear este problema, tras la insistencia de la Asociación Casco Histórico Alto, y con permiso del propietario inspeccionaron el inmueble arquitectos municipales y bomberos. Concluyeron que estaba en buen estado, aunque en las fachadas pueden apreciarse numerosas grietas, y no había riesgo para que entraran los operarios del servicios de control de plagas municipal. La limpieza quedó pendiente de la autorización del dueño y pero no se ha hecho.