Yoshi aprueba con nota en plástica

Sara Borondo
-

La nueva aventura del dinosaurio verde se desarrolla en un encantador mundo realizado en cartón y papel

El universo de Mario creado por Nintendo es uno de los principales aciertos del mundo del videojuego. La engañosa sencillez del diseño de sus personajes les da personalidad a la vez que los hace atractivos a jugadores de todas las edades y da a los desarrolladores libertad para llevarlos a distintos géneros de juego y conferirles otro aspecto. Uno de esos personajes con carisma es Yoshi, un dinosaurio que nació como montura de Mario en 1990 en Super Mario World y pronto empezó a protagonizar sus propias aventuras. 

En estas casi 30 décadas de vida Yoshi ha competido en carreras de coches, ha jugado al golf o al tenis y ha combatido junto al fontanero en múltiples ocasiones, pero también ha sido protagonista de varios juegos. Uno de los que más éxito ha tenido en los últimos años ha sido Yoshi’s Woolly World, que salió en 2015 en Wii U y en 2017 para 3DS ambientado en un mundo hecho de lana. Ese aspecto artesanal sentó de perlas al personaje y, tal vez por eso, Nintendo ha decidido llevarle ahora a un mundo 2D fabricado de papel, cartón, envases vacíos y cinta aislante y el resultado es una original aventura de plataformas que se ve muy bonita, sobre todo en el modo televisión.

El encanto de los escenarios va acompañado de un diseño de niveles acertado y original con la suficiente variedad para no cansar al jugador; en unas Yoshi va andando, en otras sobre un poochie, se enfrenta al reto de ir montado en un Yoshi gigantesco que debe dar puñetazos a todo lo que encuentra en su camino o incluso debe recurrir al sigilo y las ambientaciones son muy diferentes. Las fases se recorren recreando la vista y disfrutando de la profundidad de los fondos, que le dan vivacidad y con los que se puede interactuar en ocasiones. 

Además de la historia principal hay misiones en las que los niveles se recorren al revés para recoger poochitos, la cámara se sitúa en el lado opuesto mostrando las sujeciones del cartón, lo que le da un toque extra de atractivo.

Como es habitual en los juegos del universo de Mario, la historia no es demasiado complicada. Los Yoshi están tan tranquilos viviendo en su paradisíaca isla cuando, a los pocos segundos de empezar el juego, aparecen Kamek y Bebé Bowser para robar el sol que concede cualquier deseo. Al intentarlo salen volando las gemas que dan poder al astro y el jugador debe elegir el color del Yoshi con el que intentará devolver la vitalidad al sol. La aventura se puede jugar en solitario o en coooperativo.

Las monedas que vaya obteniendo el dinosaurio servirán para comprar trajes que lo potencien. Además de mantener el salto y seguir avanzando durante unos instantes y hacer un salto bomba, Yoshi se come a los enemigos y los convierte en huevos que después puede lanzar al escenario apuntando con el stick o a otro rival. Al jugar en cooperativo cada Yoshi se puede tragar al compañero y usarlo como proyectil o subirse a él y usarlo como montura.

Además de tener un aspecto apto para cualquier edad, los juegos de Yoshi son fáciles de superar (y, en este caso, se puede elegir entre dos dificultades, una normal y otra más sencilla), pero difíciles de completar cogiendo todos los coleccionables. En este caso importa obtener monedas rojas y flores sonrientes que sirven para desbloquear nuevos niveles. Para recoger todo hay que recorrer las fases varias veces intentando encontrar todos los tesoros escondidos y caminos ocultos explorando hasta el último rincón. Se juegue intentando llegar al final directamente o explorando para conseguir todo, Yoshi´s Crafted World es una opción para cualquier amante de los plataformas.