Escuchar para acercarnos

Adrián del Campo
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Asadema celebra su sexto Encuentro de Hermanos dando el protagonismo a sus usuarios. La asociación arandina ha crecido hasta atender a 150 personas con discapacidad intelectual y proporcionar más de 70 puestos de trabajo

El sexto Encuentro de Hermanos de Asadema contó con la presencia de muchos familiares. - Foto: A. del Campo

A veces merece la pena parar. Detener la frenética rutina y escuchar. Escuchar a los demás pero sobre todo a aquellas personas que tienen menos visibilidad, que tienen algo que contar y que lo hacen con naturalidad, que expresan lo que de verdad sienten sin el miedo al qué dirán. Ayer en Aranda de Duero el VI Encuentro de Hermanos celebrado por Asadema, la asociación para la ayuda de personas con discapacidad intelectual, fue un perfecto ejemplo de la importancia de escuchar, de escuchar para potenciar la empatía y así reducir distancias, y así acercarnos más entre nosotros.

La labor de Asadema en Aranda de Duero tiene una trayectoria de más de 40 años y su crecimiento a lo largo de todo este tiempo ha sido sobresaliente. Elvira, una de las trabajadoras que empezaron en la asociación recuerda que comenzaron con un local cedido por el Ayuntamiento y 15 personas atendidas. Hoy, la organización sin ánimo de lucro cuenta con 150 usuarios y proporciona empleo a más de 70 personas, 19 de ellas con discapacidad. Además dispone de una amplia red de servicios con dos centros de día, dos residencias, ocho viviendas tuteladas, un club de ocio y deportes... 

La asociación no solo ha ido creciendo cuantitativamente, sino que también ha evolucionado en su metodología. La forma de atender a los usuarios ha cambiado mucho y ahora tiene a la persona como el centro de todo, de toda la planificación, basada en dar los apoyos necesarios para que la vida diaria sea más fácil. "El campo de la discapacidad está cambiando mucho y eso tiene que ver con los profesionales", destacó ayer mismo la psicóloga de la entidad, María Ángeles Valenciano. Ese objetivo de proporcionar la mayor autonomía y bienestar posible a los usuarios, o los chicos y chicas, como los llaman en Asadema, marcó el VI Encuentro de Hermanos. La novedad  fue que no hubo un conferenciante estrella, por decirlo así, sino que fueron los propios usuarios los que protagonizaron la charla dirigida a los familiares.

Los trece chicos elegidos para poner voz a las preocupaciones e inquietudes de los 150 compañeros que tienen en Asadema arrancaron algo tímidos, con frases cortas, de esas que permiten medir las palabras. Las primera afirmaciones fueron contundentes: "Queremos que se nos trate como a uno más", "faltan cosas por mejorar", "ir con la imagen de pobrecitos nos perjudica a todos"... El relevo lo cogió el tráiler de la película Campeones, que aportó una visibilidad agradecida por la psicóloga. María Ángeles Valenciano  destacó la importancia de este hecho porque a veces el desconocimiento genera miedo o rechazo.

Problemas comunes.

El encuentro continuó con un repaso general a todo lo que les ha aportado estar en Asadema. Los chicos y chicas destacaban la autonomía que les confiere, el acceso al trabajo que les ha facilitado y la posibilidad de socializar. Aquí muchos no dudaban en remarcar que tenían pareja y que la habían conocido en la asociación. Se empezaban a soltar y lo hicieron definitivamente después de escuchar las primeras palabras procedentes de su público, de sus familiares. "Sois unos valientes", "muchas cosas de las que habéis dicho las hacéis mejor que nosotros" fueron algunos de los mensajes lanzados por hermanos y tutores.

Las palabras cercanas parecieron animar a los ponentes y ya sí, dejaron a un lado la timidez y mostraron la espontaneidad que les caracteriza y que les hace únicos. Cuando tocó hablar de sus preocupaciones, el mensaje más directo lo firmó Marimar, una de las usuarias. Tan reivindicativa como emocionada sentenció: "A mí me gustaría que se nos tratase como personas, porque somos humanos y tenemos sentimientos. Que no nos llamen ni discapacitados, ni subnormales, ni tontos ni nada".

La lista de preocupaciones de los chicos siguió con temas como comprarse ropa, que suena a graciosa pero mucha gente la comparte, basta con pensar en el tiempo y dinero que cada uno destina a esta necesidad/vicio. Otros hablaron de la herencia, otro tema que ocupa pensamientos de mucha gente, solo que por no discutir a veces se deja para demasiado tarde. Ellos, los usuarios de Asadema, no tienen ese problema, no se lo piensan tanto antes de hablar y si les preocupa, lo dicen, y quizá así, junto con alguien que quiera escuchar, muchos problemas se solucionarían, no solo de ellos, sino de todos, de muchos. La familia fue otra de las preocupaciones más repetidas. Muchas veces se preguntan cómo estarán sus hermanos, sus padres, los que todavía tienen... Aquí de nuevo, su naturalidad y falta de reparos a expresar sentimientos generó los momentos más emotivos. "A mí me gustaría ayudar a mi familia con las facturas", "me gustaría vernos más", "me gustaría dar las propinas a mis sobrinas"... Una larga lista de deseos que recibían mirada cómplices y cariñosas desde el público, desde sus familiares. La presidenta de Asadema, Isabel García, resumió a la perfección lo que todos sintieron: "Cada vez que os escucho, me abrís el corazón".