Dulce resaca en Génova. La alegría, con cierto toque de euforia, fue la sensación predominante ayer en el cuartel general del PP, donde la plana mayor del partido analizó, en un Comité Ejecutivo Nacional, los resultados de las elecciones de Madrid, que son percibidos por los populares como el punto de inflexión que les catapultará de nuevo hacia La Moncloa. Donde hace tres meses todo eran caras largas por el peor resultado de los conservadores en Cataluña, ayer era patente el entusiasmo, evidenciado por los dirigentes nacionales y regionales.
Tras el reconocimiento en forma de largos aplausos y sentidos abrazos -menos de los esperados debido a las medidas anticoronavirus-, fue Isabel Díaz Ayuso, la gran ganadora del 4-M al duplicar los resultados de su formación y quedarse a tan solo cuatro escaños de la mayoría absoluta, quien tomó la palabra para lanzar un guante a su propio partido: tiene que transmitir la «ilusión» de Madrid a toda España. «Ha cambiado el tablero y ha vuelto la ilusión. La inmensa mayoría de los ciudadanos han expresado que quieren ser libres», exclamó la dirigente popular, que reconoció que las elecciones han merecido la pena «si esto ha servido para que España se active y nos esperen para llegar a la Moncloa».
«El PP ha vuelto para quedarse», subrayó un exultante líder del partido, Pablo Casado, que ante la dirección y los barones autonómicos defendió que la victoria de Ayuso es el «motor del cambio» en España, con la formación conservadora cómo una alternativa «real» ante el hartazgo con el Gobierno central. «Ayer (por el pasado martes) se esfumó esa supuesta y falsa infalibilidad de Pedro Sánchez, que realmente era un fake, como todo lo que hace», recalcó el palentino, que celebró que las mociones de censura «preparadas desde La Moncloa» han acabado golpeando al PSOE «como un bumerán». «Con esta victoria y la derrota de la izquierda, los madrileños no han querido que su región se convierta en una pieza más del tablero de ajedrez de destrucción nacional de Sánchez y sus socios han tejido para sacrificar o proteger esas piezas del tablero para supervivencia política a costa de todo y de todos», proclamó.
Más allá de esa ilusión por recuperar el poder nacional, desde Génova se considera que la victoria de Ayuso muestra que la reunificación del centroderecha es posible. «Salimos más fuertes», señaló Casado antes de destacar que han «recuperado todo el voto» de Cs», lo que demuestras que el PP es «la casa común del centroderecha» con «puerta ancha» para que entren también «los socialdemócratas defraudados con Sánchez». En esta línea, sacó pecho de las «raíces profundas» de la formación conservadora frente a proyectos personales fugaces: «Gracias al PP, España ya está de vuelta de esa viejísima nueva política».
En clave interna, insistió en la idea de que el partido debe estar «unido dentro de la diversidad», como ocurre, subrayó, con España.