Castigados sin libros al sol

A.S.R.
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La Asociación de Profesionales de Bibliotecas denuncia la supresión de los puntos de lectura de verano, sin instalarse desde el inicio de la pandemia.

El paseo de la Isla es una de las ubicaciones que se ha mantenido hasta 2019, último verano de esta actividad. - Foto: Valdivielso

La pandemia ha privado al público de grandes y pequeños placeres. Antes de la irrupción del virus, los puntos de lectura de verano instalados por el Ayuntamiento en lugares de solaz de los burgaleses permitían leer una revista sin rascarse el bolsillo tras darse un baño o pasear y descansar con un cómic entre las manos sin tener que llevarlo encima. La protección y seguridad de los lectores motivó que no se colocaran ni en piscinas ni en parques durante los años 2020 y 2021. Pero la normalidad habita ya en la sociedad y esas casetas siguen sin animar estos espacios. Una realidad que no entienden desde la Asociación de Profesionales de Bibliotecas de Burgos, que, con medio centenar de socios, denuncia que no se haya recuperado este servicio para los ciudadanos. 

«Se pierde la oportunidad de fomentar la lectura en época estival, en la que, a priori, hay más tiempo. Aun reconociendo que unos tienen más afluencia que otros, que el contenido a veces debe adecuarse más al usuario y que deberían programarse actividades de animación lectora que los haga más atractivos como hacen en otras ciudades, no nos cabe duda de que son un complemento perfecto para las bibliotecas municipales», arguye su presidente, Fernando Izquierdo, que entre sus bondades incluye las de ser un generador de empleo para el sector y su erección como un primer contacto con las bibliotecas para algunas personas al contar con un cariz más informal y estar a pie de calle. 

No teme Izquierdo que los tres veranos sin puntos de lectura en las plazas signifique la defunción de este servicio. Y la presidenta de la Gerencia Municipal de Cultura, Rosario Pérez Pardo, confirma que no lo será y observa que la decisión de no abrirlos este año ha sido circunstancial. «El próximo se van a sacar como se ha hecho siempre», zanja. 

La titular del área explica la supresión de esta actividad por el cierre de la piscina familiar de El Plantío, en obras desde primeros de año, que era el punto de mayor éxito de los tres que aguantaban las últimas ediciones. Los otros se levantaban en los parques de la Isla y de la Luz (G-3). 

«Se valoró que el esfuerzo de sacar un pliego administrativo tan complejo para tan poco rendimiento no era necesario al estar cerrado el de la piscina, que era el más interesante. Hay que optimizar los recursos públicos que tenemos», destacaba ayer mismo la edil de Ciudadanos y agregaba que el servicio bibliotecario queda completamente cubierto porque, pese a que las cuatro municipales (Gonzalo de Berceo, Cervantes, Teatro Principal y María Teresa León) abren solo por las mañanas durante la vacaciones escolares, las de los cívicos de San Agustín, Río Vena y Capiscol se mantienen también en horario de tarde y cubren la posible demanda. «La ciudad no se queda desasistida», concluye la concejala y garantiza a los profesionales bibliotecarios y lectores que podrán disfrutar de este placer el próximo estío.