Después de 38 jornadas ligueras la hora de la verdad para el Mirandés ha llegado. Las eliminatorias para ascender ya están aquí y los rojillos saben que la primera piedra que tendrán en el camino para subir a Segunda será el Atlético de Madrid B, el tercer clasificado del Grupo I. Este fue el resultado del sorteo celebrado ayer en Las Rozas, donde también se decidió que primero se jugará en el Cerro del Espino y el encuentro de vuelta una semana después se disputará en Anduva.

El partido se celebrará el domingo a las 12.00 horas, según se ha confirmado ya.

Dentro de la expedición rojilla que se desplazó hasta el sorteo, estuvo el director deportivo, Chema Aragón, quien destacó que «este equipo va a tener jugadores que van a jugar en la élite pero si nosotros estamos a nuestra mejor versión vamos a ser posibles ganadores de la eliminatoria». Sobre las amenazas del rival, se subraya el potencial con el que cuenta el filial colchonero de medio campo para arriba «donde son muy peligrosos y de mucho nivel» por lo que «tendremos que estar muy atentos», defendió Aragón.

Otro de los factores que se tienen que tener en cuenta es que el rival es un filial, una peculiaridad en el que hay que tener en cuenta la juventud y el desparpajo, además de la calidad que se presupone a un equipo como este, aunque en partidos decisivos pueden sufrir un pequeña dosis de inexperiencia. A este respecto,Aragón afirmó que «nosotros también somos un equipo joven» pero lo que sí que cambia es que muchos jugadores de los que estarán en frente saben que jugarán en categorías superiores a la Segunda B, por lo que «no tienen esa urgencia de subir como nosotros». Por lo tanto, la ambición por aprovechar el tren del ascenso «espero que se note», confiesa Aragón, puesto que después de mes y medio sabiendo que el Mirandés estaba dentro de la fase de ascenso «ahora llega la hora de la verdad y más allá de la camiseta y del escudo hay que ir a muerte a pasar tres eliminatorias».

CONCENTRACIÓN

Respecto al orden que ha deparado el sorteo con la vuelta en Anduva, el director deportivo indicó que «lo que hay que estar es al máximo concentrado en los noventa minutos de cada partido», aunque sí que hay una pequeña ventaja en el caso en el que la eliminatoria se alargue y entre en prórroga o penaltis.

No obstante, no se quiere prestar demasiada atención a este aspecto, por lo que se tiene claro que «a la hora de la verdad todo pasa por hacer un buen partido en la ida y luego otro bueno en la vuelta». Algo que se aprendió el año pasado ante el Extremadura donde «ganamos fuera y perdimos en casa», por lo que esta es una lección para aprender que es una eliminatoria que dura 180 minutos.