Más allá de posibles restos de ADN, el arma del crimen o las llaves del piso de Jesús María Ordoño, lo que buscan los investigadores de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta estos días en las propiedades de Ángel Ruiz son objetos que pudo haber sustraído de la escena del triple crimen de Salvador Barrio, Julia Dos Ramos y el hijo menor del matrimonio, Álvaro. Y desde luego no lo tienen fácil, pues desde el martes han apilado en media docena de contenedores toneladas de enseres, la mayoría inservibles, que el principal sospechoso de este brutal asesinato solía coleccionar de manera obsesiva. Ayer, la Policía Nacional vació dos corrales que posee en la misma calle que su vivienda.
Desde primera hora de la mañana, fuerzas del Laboratorio de Actuaciones Especiales (Policía Científica) y del Grupo Operativo de Intervenciones Técnicas (G.O.I.T.) comenzaron a vaciar estas dos propiedades de Ruiz en La Parte de Bureba, a escasos metros de su domicilio. Al igual que ocurriera la jornada anterior, la mayoría de objetos obtenidos en los registros eran completamente inservibles. La diferencia es que en esta ocasión ni siquiera pudieron cribar entre una gran montonera de residuos con los que llenaron cinco contenedores en apenas ocho horas de inspección.
(Más información e imágenes del dispositivo policial en la edición impresa de hoy de Diario de Burgos)