El futuro de la Casa Salamanca continúa siendo un misterio en Briviesca. Tras conocer que el proyecto no ha tenido cabida en la solicitud de fondos europeos ni de otras subvenciones de carácter nacional, regional o provincial, el alcalde de la ciudad, Álvaro Morales, manifiesta que «si no llega financiación externa para terminar las obras habrá que pedir un crédito». Su socio de gobierno y líder de Asamblea Briviesca, Marcos Peña, también apuesta por ello, pero «con condiciones y siempre y cuando se conozca el importe total que necesitaríamos», declara.
El regidor lleva meses exponiendo su intención de reunirse con los otros tres grupos de los que se compone la corporación, dialogar e intentar alcanzar un acuerdo para conseguir acabar con las actuaciones proyectadas. «Se puede solicitar un préstamos o incorporar remanente de crédito y asumir los costes», aclara.
María Guimarey, portavoz de Ciudadanos, rechaza «por completo la alternativa de hipotecar al municipio» y ve más factible «incorporar partidas presupuestarias durante los próximos años y meter remanente para tal fin». De igual forma, se muestra contraria a la idea que mantiene Morales de actuar solo en una fase. «Hay que planificar muy bien todo lo que falta por hacer y creo que lo adecuado sería ejecutarlo por partes. No hay necesidad de endeudar a los briviescanos cuando dentro de un año se celebrarán las elecciones locales», apostilla.
El representante de los populares en el Consistorio, Arturo Pascual, declara con firmeza que «son ellos los que están gobernando, así que hagan lo que tengan que hacer. Lo que no pueden es implicarnos de esa forma». Ante la cuestión de si su agrupación es o no partidaria de que el Ayuntamiento pida un crédito para terminar los trabajos pendientes en el edificio, el concejal es claro. «Que nos dejen gobernar y haremos lo que tengamos que hacer. El alcalde no se atreve a pedirlo y quiere que nosotros le ayudemos en algo que no está convencido. Los presupuestos que han presentado son malos y no responden a las necesidades de Briviesca. Igual no es necesario pedir un crédito, hay muchos modelos. El dinero no viene con un nombre», sentencia.
Tras siete años de parón en los trabajos y 2,3 millones de euros invertidos -quedan aproximadamente otros 3 para terminar la reforma integral- el regidor intentará «cerrar el asunto antes de que termine la legislatura» en mayo de 2023. Con este propósito no se refiere a las obras en sí, sino a tomar la decisión más acertada para afrontarlas, ya que según él «no tiene ningún sentido que el edificio continúe así», manifiesta. La otra opción que baraja el político es la de «añadir remanente de crédito a los presupuestos».
Peña, edil de Hacienda, confirma que actualmente el Consistorio briviescano dispone de un remanente de tesorería «que supera los dos millones de euros y solvencia suficiente para no pedir un crédito excesivo», aunque considera que lo más recomendable sería conocer «cuanto dinero nos falta por pagar. No es lo mismo pedir tres millones que dos. Tenemos un límite para solicitar un crédito y después ya se podría incluir en los presupuestos del próximo ejercicio», explica.