Es tiempo de tocar

ALMUDENA SANZ
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Tereresa brinda un concierto en la Sala Gamonal este viernes en el que compartirá todas sus canciones, las inéditas y las publicadas en su primer trabajo, 'Todo sigue igual'. Promete sorpresas

Tereresa, que posa en el Carabás, bar en el que debutó hace tres años, se ha liberado esta semana de obligaciones para ensayar esta actuación. - Foto: Patricia

Huye de la imagen de cantautora triste, aunque, seguida de una espontánea risa, aventura que quizás sí la dé porque compone sus propias canciones, pero, aclara, pretende trasladar más esperanza e ilusión que melancolía, y, de momento, mientras convierte en realidad su sueño de tener su propia banda, sale al escenario sola con su guitarra, o su teclado. Puede que Tereresa (Teresa Martínez) sea la viva imagen de uno de esos artistas y se ajuste a su definición, pero ella rechaza cualquier etiqueta. Aún es pronto para ponérselas.

Aunque lleva ligada a la música desde la cuna, apenas hace tres años que dio el paso hacia el escenario. El tiempo, bien aprovechado. Ha sacado un primer EP, Todo sigue igual, ha abierto un par de noches en casa, debutó en Madrid y tocó en alguna sala en la que distinguió a su admirado Xoel López entre el público. La cita este viernes es en la Sala Gamonal (20.15 horas, 2 euros) y de este concierto habla sentada a una mesa del Carabás, el bar donde dio el primero en septiembre de 2019. Su guitarra, siempre cerca. Está en la cuenta atrás, se ha cogido libre esta semana para apretar con los ensayos, pero aún no se cree que llegue ya. «Es muy ilusionante, pero a la vez siento un poco de miedo», anota sabedora de que será uno de sus directos más importantes en su ciudad. Mañana, su nombre es el único en el cartel. 

«En realidad, voy a tocar todas las canciones que tengo terminadas y que me gustan lo suficiente para sacarlas de mi habitación. Algunas publicadas en Todo sigue igual y otras inéditas, que solo he tocado en los pocos conciertos que he dado, por lo que ha habido pocas oportunidades de escucharlas. Me da respeto porque cuando el público acude a algo que no conoce va con más recelo», se explaya y admite que a su favor puede jugar la magia de descubrir algo nuevo.

«Desde luego, te gusten o no, ahora mismo solo se pueden escuchar ahí, es exclusivo sí o sí», ríe y promete sorpresas y buen rollo en escena, contando los entresijos de los temas. 

Unas canciones que hablan de su propio universo, de las cosas que le pasan y las que siente, de las que no entiende y le dan rabia, las que le ilusionan y le hacen feliz, de las personas a las que quiere cerca y a las que desea lejos. 

«Me he dado cuenta de que ahora, inconscientemente, meto mucho la incertidumbre y las dudas, no sé si está relacionado con el momento que vivo, terminando la carrera (Periodismo y Comunicación Audiovisual en Madrid) y ante un futuro incierto», alerta y confiesa que últimamente la persigue el folio en blanco. Presión, ninguna. «Me cuesta encontrar un tema y una melodía y que no me suenen como mis otras composiciones, aunque sé que al final soy yo. A veces parece que tienes que hacer una canción de algo súper importante y trascendental y se hacen sobre reales chorradas. Estoy convencida de que la mitad de las que suenan son menos profundas de lo que pensamos», sopesa esta joven creadora que considera llegado el momento de decidir por dónde llevar este proyecto, adónde dirigir su vida.