Rudy Fernández, el pegamento de España

Víctor Martí (EFE)
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El capitán es la base sobre la que se cimienta el cambio generacional de la escuadra nacional

Rudy Fernández, el pegamento de España - Foto: ALBERTO NEVADO

Cuando peor lo estaba pasando la selección española en el cruce de los cuartos del Europeo contra Finlandia, el capitán, Rudy Fernández, alzó la voz al descanso en el vestuario con un discurso que hizo reaccionar en la reanudación a sus compañeros, que se redimieron de un mal primer tiempo para sellar el pase a la ronda de semifinales (100-90).

«Cuando le oía pensaba: 'Se está pasando'. Entonces yo no he tenido que levantar la voz ni un decibelio. Me he limitado a decir las cuatro cosas que tenían que hacer en ataque y las cuatro cosas que tenían que hacer en defensa y, en ese momento, no he tenido que añadir broncas», reveló el seleccionador, Sergio Scariolo, tras el encuentro del pasado martes.

El técnico italiano se refería al toque de atención con el que Rudy zarandeó a los jugadores en el vestuario del Mercedes-Benz Arena de Berlín, al descanso del duelo contra los nórdicos. El combinado nacional perdía de nueve puntos (43-52) tras un primer tiempo en el que su rival pasó por encima de la campeona del mundo.

Esta escena contada por el entrenador es un ejemplo más del ascendente que el del Real Madrid tiene en un grupo muy joven y sin experiencia que, pese a ello, sigue vivo en la terna por las medallas.

El mallorquín es una de las claves de este inesperado éxito. A sus 37 años, es una referencia tanto dentro como fuera de la pista. Encima del parqué sigue siendo un puntal. Contra Finlandia apareció con cinco robos y no le quemó el balón desde el perímetro para que España imprimiera el billete a 'semis' de un Eurobasket por undécima vez consecutiva.

Fuera del parqué, es un referente. Sus 10 medallas y 245 enfrentamientos con el conjunto nacional le avalan. Sin los hermanos Gasol (retirados) ni el lesionado Ricky Rubio, el escolta merengue se ha convertido en un espejo en el que se miran todos sus actuales compañeros.

«Rudy es el nexo entre la generación de oro y esta selección que estamos aquí ahora», resumió Darío Brizuela, quien destacó que el capitán «está muy encima» de todos los jugadores.

«Se está empapando mucho de todo el mundo, intenta estar con todos, invitar a todos a jugar a la 'pocha' (el juego de cartas) en su habitación», añadió Brizuela. Incluso Lorenzo Brown, el último en unirse al equipo, se ha convertido en uno más de las partidas.

Sin Ricky Rubio en la concentración, Rudy comparte habitación con el joven ala-pívot Jaime Pradilla, 16 años más joven que él. O dicho de otra manera, el capitán pasa muchas horas con un debutante que en 2004, el año de su debut con la selección absoluta en los Juegos Olímpicos de Atenas, tenía tan solo tres años. Un ejemplo más de su implicación.