La vuelta a la rutina ya la tenemos interiorizada. Nos hacen falta pocos días para reintroducirnos en la rueda que gira diariamente sin mucho margen para cambios en las actividades cotidianas. Y en este punto, olvidado ya el verano y las vacaciones, solo cabe prepararse para un otoño caliente, a pesar del precio de la luz y del gas, que no tiene mucha pinta de darnos una tregua en estos meses en que nos abandonarán las olas de calor y volverán las amenazas meteorológicas en forma de borrascas, tormentas tropicales e incluso danas. 

La calentura llegará en forma de movilizaciones sindicales para conseguir un incremento de los salarios que pueda amortiguar el terrible efecto de la inflación, que está dejando los bolsillos temblando cada vez que tenemos que hacer la compra. Y todo ello sin dejar de lado la inestabilidad laboral que produce la amenaza de cese de actividad de muchas empresas que han visto cómo su factura energética se multiplicaba por tres o cuatro en los últimos meses.

Así que el otoño se nos viene encima de repente y con muchas incertidumbres, por no llamarlo acongojo, ante la tormenta perfecta que está formando la inflación, los precios, los tipos de interés y el empleo. Quizás Francisco Riberas, presidente ejecutivo de Gestamp y uno de los empresarios más importantes de España, pueda arrojar algo de luz sobre lo que nos viene en los próximos meses durante su intervención en la apertura del curso económico en Castilla y León, en un acto que se celebra en la Feria de Valladolid.

No se preocupen, que todo no serán penas. El otoño también trae el inicio de la carrera electoral y con ello presupuestos inversores, inauguraciones y promesas de convertir cada rincón en un paraíso.