La Asociación Cultural El Cronicón no tira la toalla y aunque descarta representar la función en la iglesia de San Salvador de Oña, porque con el aforo reducido exigido «no saldrían los números», considera que el patio de San Íñigo del monasterio cumple con los requisitos para celebrar uno de los eventos más destacados de la provincia. La solicitud para utilizar este emplazamiento ya ha sido cursada a la Diputación -propietaria del inmueble- que tratará el tema en comisiones y estudiará la posibilidad de ceder el espacio.
El espectáculo, declarado Fiesta de Interés Turístico Regional, aglutina a lo largo de los cinco días de representación a más de 2.000 asistentes de público y a unos 170 vecinos entre actores y voluntarios, un formato «impensable» de ejecutar por segundo año consecutivo como consecuencia de la pandemia. Entre los aspectos analizados por la organización se encuentra garantizar la seguridad del elenco de actores, cuya participación supone un contacto estrecho de personas de diferentes generaciones, así como del público, reduciendo a la mitad el aforo de 426 asientos en el mejor de los casos. «Un hecho inviable desde el punto de vista económico», declara Berta Tricio, presidenta en funciones de la agrupación que añade que tanto «el montaje, la iluminación, el sonido, la dirección y el vestuario genera unos gastos que sin un número concreto de entradas vendidas no se puede sufragar». Sin embargo, las ganas porque la XXXIII edición vea la luz han impulsado a apartar el incomparable marco de la capilla mayor del templo en el que hasta 2019 tuvo lugar la función y apostar por un nuevo escenario al aire libre que «desprende un encanto especial y que puede darnos mucho juego», expone Tricio.
Pese a que la Diputación aún no ha transmitido a la Asociación la decisión tomada, los miembros de la junta directiva trabajan desde hace meses en el nuevo formato, cuyo resultado final se verá más reducido que al que acostumbra, de aproximadamente hora y media de duración, y con modificaciones escenográficas. Asimismo, parte de la premisa de que dependen de las medidas preventivas sanitarias para llevarlo a cabo finalmente pero confía en que el resultado sea positivo y la representación «quede espectacular» en un espacio desconocido para los turistas.
Para el diputado Ramiro Ibáñez «la propuesta del Cronicón entra dentro de valorizar las inversiones del 1,5% Cultural que tanto el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y la administración provincial han realizado en el complejo». El proyecto de rehabilitación del claustro neoclásico, una sala para exposiciones y el patio de San Íñigo, en el que se han invertido 400.223 euros, defiende una iniciativa que pretende «fomentar y difundir» el conocimiento del monumento y su evolución, promoviendo para ello un ampliado y novedoso recorrido turístico», aclaró en su día el político.
Alternativas. La organización del Cronicón trabaja paralelamente en una programación alternativa por si el proyecto no llega a buen puerto. Según ha explicado Berta Tricio a este periódico, se trata de una «idea semejante a la del año pasado pero sin determinar». En 2020 organizaron un programa con diferentes eventos como un desfile, una exposición fotográfica y dos espectáculos de luces que dos días antes de la celebración se suspendieron ante la situación de riesgo de contagios en la zona de salud básica de Briviesca.