La cuarta fase del polígono de Villalonquéjar está a punto de alcanzar su madurez comercial si no lo ha hecho ya, lo que significa que la ciudad no dispondrá en los próximos años del suelo necesario para acoger los proyectos de más de 50.000 m2 (las grandes plataformas logísticas) que se están interesando por implantarse en esta zona estratégica del centro-norte de la Península. Tras el parón comercial de 2020 provocado por la pandemia, 2021 cerrará como el mejor año de ventas de la última fase del polígono (con 112.913 m2 comercializados), cifra que se prevé superar en 2022 sumando otros 129.327 m2.
En la oficina técnica del Consorcio hay una mezcla de satisfacción por el trabajo realizado en los últimos meses y también de preocupación, porque urge desarrollar urbanísticamente el Centro de Actividades Económicas (CAE) de Burgos y el entorno del aeropuerto y Pallafría para disponer de suelo industrial en reserva de calidad para futuras implantaciones.
(Más información, listado de empresas y gráficos, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)