Juzgado por una agresión sexual en una ambulancia

F.L.D.
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Según la Fiscalía, un sanitario aprovechó que una paciente a la que trasladaba al HUBU estaba semiinconsciente para realizarle tocamientos en los genitales

Juzgado por una agresión sexual en una ambulancia - Foto: Luis López Araico

La Sección Primera de la Audiencia Provincial juzgará el próximo mes de mayo a A.H.G., un joven sanitario de 28 años, por un delito de agresión sexual a una mujer de 19 durante el trayecto en una ambulancia al Hospital Universitario de Burgos. Los hechos tuvieron lugar hace dos años. El Ministerio Fiscal le acusa de haber realizado tocamientos en los pechos y los genitales a la paciente aprovechando que ésta se encontraba semiinconsciente aquejada de fuertes dolores en el pecho. Pide para él 13 años de prisión y 10.000 euros en concepto de responsabilidad civil subsidiaria por los daños morales causados a la víctima. La acusación particular solicita 15 de internamiento y 30.000 euros de indemnización.
Todo ocurrió, según relata en su escrito la Fiscalía, la noche del 4 de enero de 2018. La joven de 19 años  pidió asistencia sanitaria porque comenzó a sentir fuertes dolores en el pecho y tenía dificultad para respirar. A los pocos minutos llegaron el acusado, que trabajaba para una empresa de ambulancias, y otra persona que conducía el vehículo. La familia de la víctima les comentó que sufría una afección cardíaca desde hacía tiempo, por lo que decidieron trasladarla de urgencia al HUBU. 

El padrastro de la denunciante quiso subir con ella en el soporte vital básico, pero los sanitarios le advirtieron de que tendría que ir por su cuenta. El procesado se sentó en el habitáculo trasero del vehículo, que se comunicaba por una ventana de medio metro con la cabina del conductor. En un momento del trayecto, le preguntó a la joven si se encontraba bien y, al contestar que sentía dolor, comenzó a acariciarle el pecho y la pidió que estuviese tranquila. 

Seguidamente, recoge la acusación del Ministerio Público, "guiado por un ánimo libidinoso" le metió la mano por debajo del sujetador y comenzó a acariciarle los pechos. La víctima pensó que podrían ser maniobras para que no se durmiese, pero en ese momento bajó la mano hacia el pantalón, la desabrochó el botón y le metió la mano en sus genitales. A continuación, el procesado se puso a la altura de su cabeza, sacó el pene y la forzó a que le hiciese una felación. 

No cesó en su agresión hasta llegar al HUBU, donde ya conocían la patología de la paciente, por lo que la ingresaron directamente en urgencias. No fue hasta después de que le realizaran todas las pruebas cuando le contó a su padrastro lo acontecido en la ambulancia. Tras este episodio, la denunciante ha permanecido bajo medicación al sufrir un estrés postraumático. 

La defensa de A.H.G. niega que los hechos por los que se le acusa ocurrieran e incide en el hecho de que el conductor del vehículo no apreciara nada anormal durante el trayecto. Por otro lado, considera poco concluyentes las pruebas de ADN y psicológicas que hicieron a la víctima en la investigación, y pide su libre absolución.