Chicas y jóvenes en la bolera

A.C.
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Un grupo de catorce mujeres de 30 a 50 años, impulsado desde la Peña Las Charitos, comenzó en octubre a entrenar en la Bolera El Pinar para recuperar un juego que prácticamente había perdido todas sus aficionadas en Medina

Inma y Cristina colocan las bolas en el almacén. - Foto: A.C.

Óscar Ruiz, uno de los mayores artífices de la recuperación del juego de bolos en la comarca, cuenta en su blog 'Bolos Tres Tablones' que hace más de mil años, los moradores de Las Merindades se batían en apasionadas partidas de bolos en las que se jugaban sus armas o sus caballos, sus más preciados tesoros. Andrés Hierro Blanco, de 83 años, observa al grupo de chicas que ha decidido recuperar la tradición casi perdida entre las mujeres en Medina de Pomar. Él comenzó a jugar a los 5 años y recuerda como en su pueblo, Cubillos de Losa, había nada menos que tres boleras, una para los niños de 4 a 8 años, otra para los de 8 a 15 y una tercera para los adultos. «Entonces no había otra diversión en los pueblos».

Su hija, Inma Hierro, forma parte del grupo de jóvenes jugadoras que todas las tardes de los martes y jueves, a partir de las siete y media, han decidido adentrarse en este deporte tradicional. Pedro nunca pensó que se iban a animar estas chicas y su hija, «ni soñar». Pero tarde a tarde «van mejorando». Disfrutan de un juego que había perdido a prácticamente todas sus aficionadas en la ciudad por una simple cuestión de edad. Las jugadoras se fueron haciendo mayores y nadie había tomado el relevo.

Una de ellas es Lucía Palacios, de Castresana de Losa, que con 87 años, ya no se atreve a tirar con su zurda de oro, como le sucede a Pedro Hierro, quien cuenta que tiene los riñones al 20% y ya no puede disfrutar de su querido juego de bolos, con el que en 2007 se convirtió en campeón de España. Susana Díez Palacios, de 55 años, aprendió y disfrutó durante años con su madre y sus amigas, pero fue quedándose sola hasta que el pasado mes de octubre se formó este nuevo grupo de mujeres jóvenes que están disfrutando mucho y enganchándose por momentos a los bolos. Todo surgió con la celebración de una masterclass  para niños y adultos que promovió la peña Las Charitos en las últimas fiestas de patronales del Rosario. Se apuntaron más de cincuenta personas y ahí nació el embrión del grupo que ha ido creciendo y sigue abierto a todas las chicas que se animen.

Parte de las chicas con el técnico. Parte de las chicas con el técnico. - Foto: A.C.

Algunas conocían los bolos gracias a los campeonatos que se conservan en muchos pueblos y que se celebran habitualmente en las fiestas patronales de verano. Begoña aprendió de niña en Momediano. Jugaba todos los días en verano. Verónica, de Castrobarto, también recuerda como «de chavales jugábamos en verano» y ahora algunos padres jóvenes de su cuadrilla han comenzado a recuperar la tradición con sus hijos, de 2 a 9 años.

Cuando comenzaron a frecuentar la bolera El Pinar siempre un grupo de amigos jugando y después llegaba su turno. Entre ellos estaba Javier Linares, natural de Extramiana, pero afincado en Medina de Pomar. La coincidencia en la hora hizo que Javi, de 58 años, y que juega a los bolos desde la adolescencia, comenzara a darles los primeros consejos. Y al final se convertido en su entrenador. Afirma que es poco lo que les enseña, pero a la vez asegura que «se nota como han progresado muchísimo». «Va un abismo de como jugaban hace un mes» y prueba de ello es que cinco de ellas quedaron entre las diez primeras clasificadas del campeonato femenino que organizaron en Medina el pasado 26 de noviembre. 

Idoia Alda era, como Susana Díaz, una de las pocas que jugaba habitualmente. Un día, en 2019, pasaba por la bolera El Pinar. Se asomó y vio a Susana tirar. Entró a tirar y al día siguiente formó parte de un grupo para el Campeonato de la Diputación. Otras, como Silvia, Xandra, Cristina o la profesora Inmaculada Martínez jamás habían lanzado a los bolos tres tablones. Cristina, natural de Cuezva, en el Valle de Tobalina, no pudo aprender porque la bolera del pueblo se perdió.

Idoia Alda se dispone a tirar los bolos ante la mirada de Javier Linares, el entrenador del nuevo grupo femenino de jugadoras en la bolera El Pinar.
Idoia Alda se dispone a tirar los bolos ante la mirada de Javier Linares, el entrenador del nuevo grupo femenino de jugadoras en la bolera El Pinar. - Foto: A.C.

Una piña. A Silvia le han regalado ya una bola. Inma Hierro tiene las de su padre. Se van haciendo con el juego y con el material, pero sobre todo lo pasan muy bien y «hacen piña». No falta la merendola después del entrenamiento y la charla mientras van tirando. Algunas de ellas han participado en los recientes campeonatos de Quintana Martín-Galíndez y de Soncillo. Cuentan orgullosas como la medinesa Patricia Hierro Peña, de solo 20 años, se alzó campeona de España este verano en Quincoces frente a duras rivales de Miranda de Ebro, Álava o Vizcaya. Estudia en la Universidad de Burgos, pero las acompañará siempre que pueda. Aprendió del maestro Óscar Ruiz en la bolera de Quintanilla del Rebollar. La tradición continúa.