María Jesús Jabato

Señales de vida

María Jesús Jabato


El 'niño Dios'

24/12/2022

Sin duda al leer el título habrán pensado ustedes que esta columna está festoneada de luces navideñas y va sobre el Niño de Belén, que hoy nace en el corazón de quien lo acoja, pero se equivocan. Las apariencias y los títulos engañan, porque el niño Dios de estas líneas es Ramoncito Murgía, criaturita de memoria y habilidades oratorias prodigiosas, que a los cuatro años sabía latín y otras disciplinas académicas asombrando a propios y extraños. Llama la atención de las personas ilustradas y maravilla a los de pocos alcances, decía un plumilla con ese lenguaje tan preciso y pulido de la prensa de antaño.

Ramoncito era murciano, hijo de siciliano y malagueña, que lo paseaban por la España de finales del XIX para que adoctrinara al personal en el carlismo que profesaba su padre, que era, además de progenitor de tal fenómeno, corresponsal de Propaganda Católica. Tan repipi y precoz niño recitaba sin despeinarse artículos de Navarro Villoslada, y repudiaba en público el liberalismo que, según decía, solo había traído males a España.

Por tan extraordinarias facultades intelectuales se le apodó el niño Dios. Sus padres vendían devocionarios y objetos piadosos, entre ellos, estampas con la imagen beatífica del chico y repartían a los pobres la recaudación.

Un frío día de diciembre, Ramoncito Murgía recaló en Burgos, cuyos vecinos, al igual que los del resto de las poblaciones españolas, ansiaban vivamente escuchar su perorata. La conferencia tuvo lugar en casa del concejal José Dorronsoro, en la calle San Juan, y se dirigió a miembros del Círculo Tradicionalista burgalés, que tras oír al niño y jalear sus sesudas reflexiones, compraron estampas de la privilegiada criatura, con las que los padres recaudaron 123 pesetas y algunos centimillos que fueron a parar a los heridos de las guerras de Cuba y Filipinas.

La familia cayó en desgracia cuando Ramoncito rondaba los once años. El juzgado de Cervera de Pisuerga lo encausó por publicar hojas clandestinas e insultos a la autoridad, aunque el asunto se saldó con la retirada de la acusación por el Fiscal. Nunca más se supo de él. Es lo que pasa con los niños dioses apócrifos. Al otro, al de verdad, lo celebramos desde hace más de dos mil años por estas fechas. Feliz Nochebuena. Feliz Navidad.

mariajesusjabato@mariajesusjabato.com