Cuba en la encrucijada

R. PÉREZ BARREDO
-

Un burgalés que vivió en la isla y un cubano que residió en Burgos analizan las revueltas populares que han incendiado el país caribeño

Cubanos hartos e indignados se han echado a la calle contra la dictadura castrista. - Foto: Eduardo Muñoz

Es la suya una voz más que autorizada: el burgalés Vicente Botín fue corresponsal de TVE en Cuba durante varios años en el arranque de este siglo. Siempre riguroso y veraz -lo que le procuró no pocos problemas en la isla-, su análisis de los acontecimientos que está viviendo Cuba es terrible y descorazonador.Su diagnóstico es descarnado. Como la realidad, por lo que parece. «Hay una frase que ha dicho recientemente un bloguero cubano que lo resume perfectamente: ‘Tenemos tanta hambre que nos hemos comido hasta el miedo’. Eso es muy importante en una sociedad temerosa de ir a la cárcel si se manifiesta por las libertades. Hay cuatro tipos de cubanos: los que han huido de la isla; los que están en la cárcel; los que se han acomodado y vivido sin involucrarse; y quienes se manifiestan a favor del régimen. Creo que ha llegado el turno de los terceros, de los que no hacían nada por miedo.Pero es que la situación ha llegado a tal extremo de necesidad que no tienen nada que perder.Se han comido el miedo».

Para Botín, Cuba está viviendo un nuevo ‘periodo especial’, eufemismo con que se hace referencia a crisis salvaje que sufrió la isla cuando cayó la URSS. «Entonces se quedaron sin nada. El PIB cayó un 35 por ciento, pasaron tanta hambre que se comieron hasta a los animales del zoológico. Ahora la situación de hambre y sanitaria vuelve a ser tremenda, terrible. No hay nada para comer.Lo poco que hay se tiene que pagar en dólares; y quien no tiene un familiar fuera no puede hacerlo. El tema sanitario también es tremendo. Cuba vive de la propaganda y la publicidad, y dijeron que habían creado dos vacunas contra la covid, la Abdala y la Soberana. Pero no se sabe muy bien qué eficacia tienen. Y hay un problema añadido: no tienen jeringuillas para inyectarlas. A la situación de la alimentación y sanitaria la gente ha dicho basta, han perdido el miedo y han salido a la calle para luchar contra una dictadura corrupta en la que no se mueve nada, en la que todo es mentira aunque aparentemente haya reformas.Raúl Castro está en la sombra, porque el presidente es un títere, un miembro del aparato del Partido Comunista. Pero siguen mandando los viejos generales de la Sierra Maestra», apostilla.

Respecto de la semptierna cantinela del bloqueo de Estados Unidos, Vicente Botín es muy claro: «Cuba no está bloqueada. Tiene un embargo por parte de Estados Unidos por el que no pueden adquirir determinados productos. Pero Cuba negocia permanentemente con todos los países del mundo, incluido Estados Unidos, que es un socio preferente de Cuba.Pueden enviar alimentos y medicinas, lo que pasa es que hay que pagarlos en dólares. Y hay pocos dólares, ya que una de las principales fuentes de ingresos del gobierno cubano son las divisas de los familiares y el turismo, que se ha resentido muchísimo por la pandemia. Y la gente ha dicho basta, porque ya no tiene nada que perder. Bloqueo hubo con Kennedy, cuando la crisis de los misiles. Ahora no está bloqueada Cuba. Cuando yo trabajé y viví allí iban continuamente gobernadores y congresistas de los estados agrícolas de Estados Unidos, tanto republicanos como demócratas, a vender sus productos. Lo que pasa que el régimen no lo contaba», apunta el histórico corresponsal burgalés.

Vicente Botín, excorresponsal burgalés en Cuba.Vicente Botín, excorresponsal burgalés en Cuba.Descarta Botín que, pese a todo, se vaya a vivir una suerte de ‘Primavera árabe’ que lo cambie todo en la joya antillana. «Aunque la gente haya salido a la calle la represión es tremenda. Hay oficialmente un muerto, aunque se dice que puede haber varios. Hay muchos desaparecidos detenidos que no se sabe dónde están. Y el miedo sigue ahí. Y el gobierno apretará las tuercas para que esto se pare. No tengo una bola de cristal, pero veo difícil que esto pueda ser el principio del fin. Pero es cierto que la gente está cansada, especialmente las nuevas generaciones, que ha tenido acceso por internet (aunque ahora se lo hayan cortado) a cómo se vive en el mundo. Con todo, dudo que pueda caer el régimen. Cuba es una dictadura. Y no tiene sentido que desde países democráticos como España no se diga abiertamente. Hay muchos cubanos que no entienden esas posturas», concluye.

El historiador Carlos Alberto Hernández es cubano y burgalés.Aunque ahora reside en Miami, vivió muchos años en Burgos, donde tiene una hija, Paula. Y nació, creció y vivió en Cuba hasta los veintitantos años. Lo que está sucediendo en su país, afirma, «es el resultado de muchos meses, sobre todo desde la irrupción de la pandemia; es el resultado de las penurias, de la miseria, de la desesperanza y la desesperación que están sufriendo. Y hay que agregar a esta realidad los enfermos: sarna a niveles epidémicos, desabastecimiento de medicinas para los crónicos, hospitales en situación que da miedo... enfermos y muertos por covid sin recibir medicinas, pues no tienen, así lo dicen los propios médicos. En el mundo se lucha por la vida, en Cuba abandonan a muchos. Mueren en las casas y se pasan horas para llevarlos en carretillas, en fin. Es lo que hablo todos los días con familia, amigos y colegas», explica con tristeza.

Mientras tanto, el gobierno cubano «da bandazos torpes, criminales. Por supuesto, el sempiterno ‘culpable’ es el imperialismo yanqui. Cuando la gente se ha tirado así a las calles es porque ya no pueden más. Están medios locos. La pelea para conseguir comida es terrible. Yo le mando casi toda la comida a mi familia. Mi hermana se llenó de psoriasis, tengo colegas muy enfermos, sin medicamentos. Lo que cuento son testimonios directos. Una madre va a pedir medicinas a otra madre que tiene a su hijo con mucha fiebre y se las niega pues solo tiene para su propio hijo. ¿Imaginas ese dilema moral?». Tiene claro Carlos Alberto Hernando que «pese a la represión incrustada a nivel genético en el alma de los cubanos la gente no puede más. O gritan o revientan. Es legítimo y bastante aguantan. Gritan libertad, pero la explosión yo creo que es por miseria pura y dura y ante lo evidente: el gobierno sigue apretando sin escrúpulos y con la misma retórica, culpar a los de afuera de su propia insolvencia». 

Carlos Alberto Hernando, historiador cubano-burgalés residente en Miami.Carlos Alberto Hernando, historiador cubano-burgalés residente en Miami.Asegura el cubano-burgalés que Estados Unidos «es el octavo socio comercial de Cuba, ¿de qué ‘bloqueo’ hablan? Los pollos que le venden a la población, que no genera dólares, lo suben más de 300 por ciento de su precio e importan de EEUU. La gente sabe leer y ven los envoltorios que ponen ‘Made in USA’. Decenas de millones de dólares en donaciones, miles de millones condonados. Cuba comercia con más de cien países, pero le debe dinero a todos. El Club de París les condonó 8.500 millones de los 11.000 millones que deben. Pero suma y sigue.  Jamás admiten su ineficiencia y el pueblo paga esas cuentas». 

No cree que sea sencillo sacar del poder al castrismo. «Lo veo muy difícil, visto desde la experiencia acumulada al respecto. Sobre todo en Cuba, donde de un plumazo arrasan con la ‘escoria y los mercenarios a servicio de EEUU. La oposición, no existe, la misma mierda de siempre, son personas execrables. No van a soltar. Como bien dijo el presidente, hay que matarlos. Una parte del pueblo está famélico, hambriento, enfermo a escala pandémica. No van a aguantar y ellos lo saben. Es una pena aquello, da lástima y el daño durará años y muchos jamás recuperarán su vida».