Hace poco contábamos en la sección de Merindades cómo el Ayuntamiento de Espinosa de los Monteros tenía que desistir de crear un glamping -mezcla de camping y glamour- en los terrenos del monte Edilla, en la parcela contigua a las piscinas municipales y que está al pie de una carretera que le da acceso. Parece que su ubicación en el espacio natural de Ojo Guareña y la severa protección de los bosques en la normativa regional han frenado, no solo una propuesta, sino hasta cuatro presentadas ante los responsables de la Junta de Castilla y León, a pesar de que en todos los casos respetaban el arbolado y se trataba de alojamientos desmontables. Lo único que les autorizan a poner sobre el suelo son tiendas de campaña, a las que veo escaso futuro. Algo no me encaja cuando al lado se construyeron unas piscinas con su cafetería y vestuarios y enfrente se alza un gigantesco edificio de varias plantas en medio del robledal del monte Edilla, que es un albergue juvenil, a la sazón propiedad de la Junta de Castilla y León.

¿Qué sucede ahora para que no se permitan crear un alojamiento respetuoso con el medio ambiente y que sería un gran atractivo para el turismo que tanto necesita Espinosa y la comarca de Merindades? ¿Por qué se puede levantar un edificio a pocos metros y ahora solo tiendas de campaña? Ya no voy a comparar esta decisión, que creo muy equivocada, con las autorizaciones de parques eólicos que pueblan las cimas de nuestros montes, también los de Espinosa, en pro de la energía verde que exportamos a manos llenas. Ahora, en Puentedey hay otra propuesta de glamping en un terreno rústico, donde el abandono de los cultivos hace décadas ha hecho crecer el monte bajo. Con otro no, el abandono continuará.