Las obras del colegio de Villímar empezarán a finales de mes

B.G.R.
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La Consejería de Educación firmó la semana pasada el contrato con la adjudicataria, Lantania SAU. De cumplirse los plazos de construcción, se mantendría su apertura para el 2022-2023

Parcela municipal de 10.000 metros cuadrados en la que se levantará la dotación que sustituirá al centro escolar Marceliano Santa María. - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

El inicio de la construcción del nuevo colegio de Villímar, infraestructura que se lleva reivindicando desde hace más de una década, ya tiene fecha. La Consejería de Educación firmó la semana pasada el contrato con la empresa que ha resultado adjudicataria de la obra por 6,7 millones de euros, Lantania SAU, y, según fuentes del departamento regional, está previsto que las máquinas entren a finales de este mes o principios del que viene en la parcela municipal donde se levantará la dotación, ubicada detrás de la residencia de ancianos de las Hermanitas de los Pobres.

La tramitación administrativa de esta dotación se vio paralizada por el estado de alarma en el que momento en el que los técnicos de la Junta de Castilla y León se encontraban valorando las ocho propuestas de las empresas que se presentaron al concurso para su construcción. En principio, se desconocía cuánto tiempo iba a dilatarse el proceso por la crisis sanitaria respecto al anuncio que realizó en diciembre el secretario general de la Consejería, Jesús Manuel Hurtado, durante su visita a Burgos para presentar el futuro centro y cuyo arranque sitúo en julio con un plazo de ejecución de 18 meses.

Finalmente, la adjudicación se produjo en junio por 360.000 euros menos que el presupuesto base de licitación, que ascendía a 7,1 millones de euros. Se trataba de la oferta más económica de las presentadas y la que mejor puntuación había tenido por parte de la mesa de contratación. Con los nuevos plazos, los trabajos se retrasan un mes o dos, de tal manera que si no se dan contratiempos en su desarrollo, el colegio estaría en funcionamiento para el curso 2022-2023, tal y como anunció Hurtado, aunque eso suponga un ejercicio académico de retraso respecto a las primeras estimaciones realizadas por el anterior consejero de Educación, Fernando Rey, cuando se confirmó su construcción hace tres años.

El centro educativo se levantará en sustitución del Marceliano Santa María, ubicado en la barriada Inmaculada, y atenderá también las necesidades de escolarización de la población residente en los barios de San Cristóbal, carretera de Poza y el entorno de la estación de tren. Su construcción se anunció en 2009, pero se paralizó por la crisis económica hasta que en 2017 la Junta incorporó en sus presupuestos una partida de 70.000 euros para la redacción del proyecto.

La infraestructura se distribuirá en dos plantas y varios volúmenes unidos entre sí y que separarán los niveles de Primaria y segundo ciclo de Educación Infantil. Los espacios docentes ocuparán una superficie útil de 1.825 metros, de al menos 3.600 en su conjunto, en los que se repartirán 18 aulas, además de otras cuatro para pequeños grupos, para atender a 450 alumnos. También contempla clases de música y audiovisuales, informática, idiomas y dos de usos múltiples, así como una biblioteca, un almacén y un gimnasio y una zona de aparcamiento con 18 plazas.