Tomo café con mi amigo Antonio. Ayer. Buena gente y adicto al partido socialista. Está contento. O algo parecido. Me enseña, en su móvil, la foto de su última adquisición pensando en el invierno. ¡Una catalítica…! Como en Cuéntame. A continuación, me facilita un audio con la conversación que ha mantenido esta semana con su compañía proveedora de Gas. Una voz de mujer, no sin amabilidad, explica que el precio del combustible se ha multiplicado por cinco, pero que mi colega tiene la suerte de que, a él, por buen cliente, se le va a aplicar una tarifa que sólo lo cuatriplicará. Los doscientos euros que paga en los meses fríos, convertidos en ochocientos. Y encima dando las gracias. Antonio me explica su estrategia. Pondré la calefacción al mínimo, y la estufa en el salón. Acabarás pagando seiscientos y pasando frío. Pienso yo para mis adentros. Salvo, claro está, que funcionen las medidas de ahorro que ha propuesto el señor Sánchez, don Pedro, y las Comunidades. Y es que esta semana, también, hemos sabido cómo nuestros responsables autonómicos proponen solucionar esta crisis. Cataluña creará aparcamientos para las bicicletas de los funcionarios, que, paradójicamente, deberán teletrabajar. Baleares ha prometido cambiar las bombillas viejas de los edificios públicos antes de dos mil veinticinco. Extremadura reducirá el número de viajes oficiales. No, de vehículos. Y Canarias no ha presentado ninguna propuesta porque considera que allí nunca hace frío. Así lo ha explicado el señor Valbuena, don José Antonio, Consejero de Transición Ecológica, lucha contra el Cambio Climático, y Planificación Territorial de las Islas.

Cuantas más letras tiene un cargo más vago suele ser quien lo parasita. Mientras tanto, en Madrid, la ministra Montero, váyase y no vuelva de Nueva York de una vez, la ministra Calviño, váyase a hacerse fotos sólo con mujeres de una vez, y el presidente Sánchez, váyase a la sauna de su suegro de una vez, responsabilizan a Rusia. Así que, amigo Antonio, ya sabes lo que toca. Me refiero a este invierno. Pagar dos o tres veces lo que el pasado. Media más, por la catalítica del salón. Pasar frío. Y, además, para que se joda Putin, seguir votando al partido socialista en primavera…