«Me negaba a pensar que una lesión acabaría con mi carrera»

ÁLVAR ORTEGA
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Marina Peña poco a poco vuelve a acercarse a las marcas y las sensaciones previas a la rotura de tibia que sufrió en abril en el que fue su «peor momento»

Marina Peña, durante una competición de marcha disputada antes de su grave lesión. - Foto: DB

En el pasado mes de abril Marina Peña sufrió el mayor sobresalto que hasta el momento ha vivido su carrera deportiva. Después de competir en el Campeonato de España de Marcha sub'23, sufrió una rotura de tibia. Inmediatamente se operó y comenzó un proceso de rehabilitación que acabó en septiembre. Desde entonces, la prometedora marchadora burgalesa ha ido recortando tiempos de tal manera que el pasado fin de semana participó en el Nacional de Marcha 35 kilómetros, una distancia que el consejo médico no veía posible recorrer a estas alturas.

«La competición no me fue como esperaba. Tenía muchas más expectativas. Hice una marca de cuatro minutos peor que la de 2021. Aunque las situaciones son diferentes... no me pude clasificar para la Copa del Mundo», confiesa una exigente Marina Peña, que acudirá al Campeonato de España de Marcha 20 kilómetros el 13 de febrero en Pamplona en la que es su última oportunidad de ganarse un billete para la Copa del Mundo de Omán, que se celebrará el fin de semana del 4 y 5 de marzo.

Un gran objetivo para una atleta que ha vivido «el peor momento de mi carrera deportiva» con una lesión que ahora deriva en dolores ocasionales. «Tengo que ser consciente de que tengo una barra de titanio con aleaciones dentro del hueso de la tibia. Luego está unida por debajo de la rodilla y por encima del tobillo con tornillos», expone Peña, a cuya recuperación le sucedió un procesos gripal que le duró más de un mes y le mitigó unas fuerzas que no dieron para más el pasado fin de semana en la cita de Lepe.

Superación. Una lesión tan grave como la que ha superado Marina Peña le ha hecho cambiar y valorar muchas acciones de su vida diaria que antes normalizaba: «Cuando me rompí pensé que no iba a poder marchar. Me lo dijo el médico, que no sabía que iba a pasar con la operación porque era muy difícil. Yefectivamente, no ha sido nada fácil. Ahora valoro más sufrir. Yo disfruto cada día en los entrenamientos. Disfruto sufriendo, esa es otra manera de disfrutar. Y de eso te das cuenta cuando estás en muletas o no puedes entrenar», añade la burgalesa, que concede un «99 por ciento» de mérito al factor mental en su proceso de recuperación.

«Que haya llegado aquí es en gran parte por la cabeza. Lo he soñado y lo he imaginado. No estoy en el estado de forma que tendría si no hubiera tenido la lesión pero agradezco poder volver a competir. El estar ahí. Necesitas el cuerpo para que responda y se recupere, pero la mente hace mucho. Dentro de lo mal que estés hay mantener una actitud positiva y luchadora», subraya.

Y superada la dificultad, Peña ya mira al futuro, al cual le pide «volver a ser quien era a nivel deportivo e incluso ser mejor, pero también no tener lesiones y disfrutar de lo bonito que es el atletismo y la adrenalina que me produce», concluye.