El proyecto de Alejandro Serrano al frente del restaurante bautizado con su mismo nombre continúa cosechando éxitos. Tras recibir una estrella Michelin y el primer SolRepsol de Miranda, su local se ha convertido en uno de los grandes atractivos de la ciudad. Según comenta el chef, en la empresa han notado «a mucha gente de paso, tanto del sur como del norte, durante las últimas semanas». Entre sus comensales se incluyen cada vez más personas de fuera de Miranda e, incluso, algunos turistas extranjeros. Así las cosas, el establecimiento ha logrado que «en torno a un 80% de los clientes» provengan del exterior de la localidad.
Hace apenas noventa días, los datos que manejaban en el restaurante reflejaban que seis de cada diez comensales eran de fuera de Miranda. Por tanto, Serrano reconoce que «ha subido mucho esa clientela». Ahora bien, el cambio en los porcentajes viene dado en parte porque, a su vez, «ha bajado el cliente de Miranda».
En cualquier caso, «a partir de junio, ha repuntado», explica el distinguido cocinero sobre la ocupación de sus mesas en términos generales. De hecho, el proyecto de Serrano se encuentra completamente encauzado. «El número de reservas se mantiene, lo tenemos estabilizado entre 20 y 25 cada día», argumenta. De la misma manera, en su restaurante ha logrado conformar un equipo de trabajo con el que está satisfecho. Poco después de recibir la estrella Michelin, ante la gran cantidad de clientes que debían abastecer, amplió su plantilla en tres empleados. A día de hoy, el chef explica que ese grupo lo han «mantenido» y continúan siendo nueve personas.
El cocinero anticipa que «de cara a este verano» no variará la estructura de la empresa. Además, valora positivamente la acogida de sus últimas recetas, centradas en el pescado, y apunta que seguirán «trabajando con el menú que fue presentado en abril». Eso sí, aunque Serrano siempre apuesta por el 'Mar de Castilla', esto no supone un óbice para que en próximas etapas afronte nuevas aventuras.
A partir de septiembre, el chef mirandés y su equipo darán los primeros pasos para diseñar otros platos. Según expresa, tienen intención de «repensar todo» aquello que forma parte de su proyecto y, «de cara al año que viene», pretenden implementar «un cambio más contundente». Al fin y al cabo, Serrano se aleja de la comodidad y, aunque reconoce que «todavía» no sabe qué le deparará el futuro, ya tiene clara una cuestión: «Siempre estaremos buscando la diferencia».
Precisamente, en su camino para distinguirse del resto de la competencia en el sector de la gastronomía, el chef anunció hace apenas un mes que tenía la intención de abrir un nuevo restaurante en un entorno natural. Pese a la confusión creada por algunas publicaciones, Serrano desmiente que vaya a centrarse en la carne y recuerda que su piedra de toque pasa por el pescado. Ahora bien, dicha inauguración está todavía muy alejada en el tiempo. El programa que se marca el cocinero abarca entre «cinco o seis años» para abrir esta nueva etapa. «Al final es un proyecto que me gustaría hacer, pero es muy a largo plazo», resume. No obstante, ya está oteando las laderas de la comarca para hallar un espacio en lugares como el Monte de San Juan o los Obarenes.