Juan González Repiso, procedente de Huelva, se ha alzado con el Premio Silos de Relatos Cortos en la segunda edición del certamen. Su relato histórico titulado La abadía, que en gran medida se convierte en una suerte de precuela de El nombre de la rosa de Umberto Eco, le ha servido para llevarse el galardón. Una narración sobre Jorge de Burgos, en su visita al Monasterio de Santo Domingo de Silos, su estancia y la adquisición del famoso manuscrito sobre el que gira la conocida novela, y que da las claves que no se cuentan en ella. Ese juego intentando contar claves e ir más allá de lo que se hizo en aquella obra han conquistado al jurado.

La participación en esta ocasión ha resultado aún más elevada que en la primera edición. En total, 188 aspirantes competían por alzarse con la victoria en el certamen organizado por la Fundación Silos. Llegaban de más de una veintena de países y, concretamente, de España se han recibido trabajos de todas las Comunidades Autónomas. «Estamos muy satisfechos por la gran participación y la deliberación ha sido muy compleja», explicó tras el fallo René Payo, catedrático de Historia del Arte de la UBU y director de la Academia Fernán González, que formó parte del jurado. Además, también argumentó que en la elección «se ha valorado tanto la forma como el contenido».

Todos los relatos debían tener vinculación con Santo Domingo de Silos, algo que cumple muy bien la obra del galardonado. «Está muy bien traído el argumento», mencionaron los miembros del jurado sobre La abadía. Entre las temáticas de este año se han incluido desde cuestiones históricas hasta referencias a temas actuales, como Ucrania. Y aquellos con una fuerte carga poética también han ocupado un gran espacio. Eso sí, el monasterio y todo lo que engloba se mantienen como marco principal.

Además de René Payo, el jurado ha estado compuesto por el escritor y periodista Carlos Aganzo; María Jesús Jabato, técnico del Ayuntamiento de Burgos, académica de la Institución Fernán González y escritora de poesía infantil; Fernando Conde, escritor y asesor académico en la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León; y Mónica Rodríguez, directora de la Fundación Silos. El viernes, en el Convento de San Francisco, decidieron entre todas las obras presentadas cuál era la mejor y reconocieron la dificultad para tal elección puesto que detectaron mucha «calidad».

«Hay más calidad, el concurso se está consolidando», comentó Rodríguez. El mimo con el que se trató en la edición del año pasado, la primera que se realizaba, ha servido para lograr esa mejora. El premio asciende a 1.500 euros y la publicación se editará con el relato premiado y otros cinco que el jurado ha considerado como los más destacados. Se confirmó, además, que se celebrará una tercera edición y en breve se presentará la convocatoria.