El 2022 trajo consigo un reto para Cristina Ruiz que habitualmente suele convertirse en uno de los más duros para cualquier deportista. Finalizada su etapa sub'23, la burgalesa tenía en el Campeonato de España de Campo a Través de Jaén su primera gran prueba de categoría absoluta. Un salto que en ocasiones es demasiado exigente para algunas pero que en otras ocasiones consagra desde el inicio a otras. Un estreno ante las mejores atletas de cross del país en el que la burgalesa irrumpió con fuerza y personalidad. Dos elementos que la hicieron merecedora de una plata gracias a una actuación «que no hubiera podido hacer mejor para ser mi primera carrera en la élite», reconoce la propia atleta, que ahora vive «en el 'ojalá estar ahí'» al que aspiraba desde pequeña y que le mide de tú a tú con «gente que antes eran referentes».
«En un Campeonato de España nunca se sabe lo que va a pasar porque es la cita más importante del año y siempre intentas llegar en el mejor estado de forma», confiesa la corredora del Universidad de Burgos, a cuyo respeto por el evento se le mezclaban unas sensaciones inmejorables forjadas en las pruebas previas.
«Sabía que podía lucharlo. Al principio de la temporada no tenía tantas expectativas pero luego en los últimos crosses sí que he visto que estaba ahí compitiendo con las mejores. Carolina Robles (sexta en el Nacional pese a partir como favorita) en el Cross de Elgoibar me sacó solo 13 segundos. A Blanca Fernández (tercera) la gané en el Cross de Valladolid. He hecho una muy buena temporada», añade la joven medallista, que se muestra especialmente orgullosa de la regularidad mostrada durante el curso.
«Lo importante es estar ahí en todos los crosses y me he encontrado muy bien en todos. Eso es lo que valoro. Es muy importante para mí generar una buena base», remarca una Cristina Ruiz que desde el 1 de enero vuelve a lucir los colores azules del Universidad de Burgos después de su aventura en el Playas de Castellón. Un regreso a casa que le permite, tanto a ella como a su entrenador, Benjamín Álvarez Furones, poder escoger con mayor libertad las carreras.
«Desde toda la vida he estado con Benjamín, no he cambiado nunca de entrenador. A nivel deportivo lo que cambia estando en el UBU es que no compito en ligas. En el Playas, al tener equipo en División de Honor, corría eventos por clubes y este año me enfoco más en las competiciones que me sirven a nivel individual. Ahora 'Benja' puede hacer mi calendario como quiera... él manda, tiene completo control», añade entre risas sobre unos planes que continúan este martes en Sabadell con la primera prueba del año en pista cubierta para ella.
«Este mes voy a hacer algo de pista cubierta, tampoco voy a centrarme en ello, no es un objetivo principal, pero a finales de febrero es el Nacional y voy a aprovechar que estoy en forma para ver qué tal. Creo que puede estar bien», menciona sobre unas competiciones que ya está pudiendo entrenar en pista después de la ansiada apertura de las instalaciones de San Amaro.
Pasión. El atletismo siempre ha formado parte de su vida. Una «pasión» que es «rutina»: «Al estar siempre entrenando no me he planteado dejar el atletismo. Lo disfruto. Este es un deporte que tienes que disfrutar porque por dinero no lo puedes hacer, es muy duro y muy sacrificado», manifiesta la burgalesa, que ya tiene nuevos objetivos: «Ser internacional absoluta. Mientras siga progresando y vea que sigo disfrutando entrenando... a ver hasta dónde puedo llegar», concluye una Cristina Ruiz que empieza a convertir todo el futuro que se le auguraba en su presente.