El misterio del Camino del Cid

R.P.B.
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¿Está justificado el presupuesto que la Diputación destina a este itinerario? ¿Cuánta gente realiza anualmente esta ruta? ¿Hay un retorno económico en las localidades por las que atraviesa? ¿Merece la pena mantener el Consorcio?

Las dudas sobre la rentabilidad de la ruta ponen en solfa su continuidad - Foto: Luis López Araico

La localidad de Vivar no necesita acompañarse de apellido alguno: el Cid campea en cada recodo, y lo hace con mano de hierro y espíritu inmortal. Su presencia impregna el pueblo entero: está en el nombre de las calles, en el de los establecimientos hosteleros y las casas rurales; todo tipo de leyendas e inscripciones se reparten por aquí y por allá; su figura se multiplica en pinturas y esculturas... La villa natal del que en buena hora nació parece un parque temático cidiano. Más aún en el antiguo molino, donde el entusiasta Javier Alonso tiene un pequeño museo dedicado al héroe castellano. Un lugar que es también la Legua 0 del Camino del Cid, ruta impulsada por las diputaciones de las provincias por las que, según el Cantar, atravesó Rodrigo Díaz camino del destierro. Un proyecto ambicioso que cumple ahora diecisiete años con polémica, al menos en Burgos. 

El notable destino de fondos al Consorcio del Cid (250.000 euros este año, de los cuales un 60 por ciento corresponden a gasto de personal) y las dudas acerca de su retorno económico, siembran de incertidumbre la viabilidad de este intinerario cultural, histórico y artístico. Todos los grupos de la oposición ponen el solfa el proyecto, e incluso apuestan por su disolución. Reconocida por aventureros, viajeros irredentos, cicloturistas (que son sus principales usuarios) y expertos en grandes rutas como un itinerario "interesante", "fascinante" y "especial", entre otros adjetivos elogiosos, constituye un misterio respecto de ese retorno económico para con las zonas por las que atraviesa.

Entre otras cosas, porque resulta imposible realizar un cálculo más o menos aproximado de algunas de sus derivadas. Según los datos que maneja el Consorcio del Cid, la ruta registra una media anual de 16.000 viajeros, cifra que resulta de una proyección estadística basada en cinco puntos. El primero, fruto de la recogida de datos de sellado de salvoconductos, herramienta que se puso en marcha para, entre otras finalidades, tener un fiable registro estadístico. Sucede que no ha funcionado: no todo el viajero que hace el Camino del Cid tiene salvoconducto y, por tanto, no realiza sellado alguno. 

El segundo punto en el que se basan para ofrecer esa cifra de viajeros se extrapola del número de ejemplares de salvoconductos que envian a los puntos de emisión, que es de aproximadamente 10.000 al año. "Este dato es muy importante ya que mayoritariamente solicitan el salvoconducto quienes van a hacer o tienen pensado hacer la ruta. A esta cifra de posibles viajeros anuales debe añadirse dos hechos muy importantes: aproximadamente sólo el 40 por ciento de quienes hacen el Camino del Cid lleva salvoconducto, con lo que habría un mayor número de viajeros en ruta. Y la ‘repetición de compra’ es una opción mayoritaria entre los viajeros: nuestra estrategia de dividir el Camino en rutas tematizadas ha funcionado y, aunque no lo hemos cuantificado en porcentaje, sabemos que la mayor parte de los viajeros hacen un año una ruta, otra al siguiente", explican desde el Consorcio.

El incremento de localidades y ayuntamientos que se han unido a la Red de Sellado del Salvoconducto (teniendo en cuenta que es voluntario, entienden que es un síntoma del nivel de implicación de los pueblos y su interés por la ruta. 189 poblaciones integran esa red, cuando en 2008, año en que se puso en marcha la iniciativa del salvoconducto, sólo eran 55) y los datos de visitas a la web (671.795 el año pasado) son otros dos indicativos que se tienen en cuenta para realizar el cálculo. "Que más de medio millón de personas hayan visitado en 2018 una web tan especializada como la nuestra es también un dato a tener en cuenta", subrayan. El último medidor es la propia oficina del Consorcio. "Aunque no somos una oficina de turismo sino una oficina de gestión, este año hemos respondido casi un millar de consultas de interesados. Existen, por supuesto, otros datos que inducen a pensar en el interés y vitalidad del Camino del Cid, pero no podemos utilizarlos como datos cuantitativos (redes sociales, creación de albergues o casas rurales con temática cidiana, pero sobre todo nuestro contacto directo y diario viajeros, alcaldes, etc)".

Así las cosas, el Consorcio del Camino del Cid "ante la imposibilidad de poder ofrecer otro tipo de datos" ofrece la citada cifra, que considera en cualquier caso "muy prudente", esto es, tirando por lo bajo. "Por ejemplo, y respecto de las visitas a la web, supondría que sólo el 2 por ciento de quienes visitan nuestra web hacen finalmente el Camino del Cid (y esto considerando que todos los viajeros sean internautas y que todos, además, visitan nuestra web), y esto creemos que no es así: el número, por tanto probablemente sea mayor, pero actuamos con prudencia. Una de las impresiones que alguien puede llevarse al ver esta cifra es que le parezca un número muy pequeño. Y esto es así porque quizá esté habituado a pensar con las dinámicas del Camino de Santiago, pero el Camino de Santiago es un caso único en el mundo, por lo que la comparación no es posible".

despacio, pero crece. La extrema dificultad de aportar datos precisos sobre el número de viajeros del Camino del Cid la ha podido confirmar este periódico. Mientras que, en lo que va de año 2019, se han sellado poco más de 200 salvoconductos en Vivar  (Legua 0), apenas un centenar se han estampado en el monasterio de San Pedro de Cardeña y aun menos en Caleruega, por citar sólo uno de los puntos intermedios del itinerario cidiano en la provincia. Según datos del Consorcio, el número total de salvoconductos emitidos por su oficina en lo que va de año son 752. Consultados los principales hoteles, hostales y restaurantes de la ruta -de Covarrubias a Caleruega, de Mecerreyes a Peñaranda de Duero pasando por Silos-, el sentir general es el mismo: el porcentaje de visitantes  que hacen el Camino del Cid y que se comen o se alojan en estos establecimientos es reducido, pero crece poco a poco. 

"No es un porcentaje notable, no son muchos, pero el goteo es más o menos permanente", apunta el responsable de un hotel de Covarrubias. "Sí que se nota. Es verdad que no se puede comparar con el Camino de Santiago, pero nosotros estamos contentos. Está mejorando y sí que tenemos cada vez más clientes que hacen la ruta del Cid", subraya otro hostelero de la villa rachela. Cierto que unos pocos establecimientos consultados tachan la afluencia de viajeros de la ruta cidiana de "irrelevante", la mayoría se muestran satisfechos y optimistas de cara al futuro. Desde la cantina-albergue de Mecerreyes reconocen que la ruta tiene cada vez más peregrinos, mientras que en Silos admiten que, aun siendo cifras bajas, el número de viajeros cidianos está creciendo y lo agradecen como complemento al incomprable tirón del monasterio benedictino. En cualquier caso, los establecimientos consultados aseguran que en ningún caso los viajeros que han alojado representan más del 5 por ciento del total.

Según diversos trabajos de campo y del contacto con los viajeros, el Consorcio del Cid estima que es una aproximación adecuada considerar que el viajero medio del Camino del Cid hace 5 noches en ruta (6 días de viaje). "Esto significa un gasto estimado por viajero de entre 360 y 400 euros (en el Camino del Cid no abundan los albergues, ni es un objetivo principal, como en otros itinerarios, sino que apostamos más por los alojamientos rurales y hoteles), lo que supondría que, por cada euro invertido de los 200.000 que en aportaciones fueron al Consorcio Camino del Cid en 2018, regresaron aproximadamente entre 25 y 30 euros al territorio", señalan, si bien aclaran que se trata "de estimaciones en las que estamos trabajando y deberán ser corroboradas o rectificadas observando las tendencias en un periodo aproximado de 3 años, pero todo induce a pensar que la cifra no es descabellada".

Un caso único. El Consorcio apunta que el Camino del Cid es un caso único en España. "La única ruta que podría parecerse es la Ruta del Quijote: ambas fueron creadas a través de un impulso institucional, las dos son de naturaleza literaria, y ambas tienen más de 2.000 kilómetros de recorrido. Sin embargo, si hacemos caso (desconociendo la veracidad de estos datos) de las cifras que ofrece un periódico nacional, necesitaríamos 450 años para alcanzar, con nuestro presupuesto, las inversiones realizadas en este itinerario desde 2004. En todo caso, lo que sí resulta evidente, es que se puede desarrollar un proyecto serio y a largo plazo con inversiones mucho menores", apostillan.