La pequeña localidad de Cascajares de Bureba ha resultado una de las once beneficiarias de las primeras ayudas para los 27 municipios más afectados por el cierre de Garoña, que el Instituto para la Transición Justa (ITJ) -vía fondos europeos Next-Generation- ha repartido. El proyecto de restauración del antiguo horno de leña y transformación en un espacio de trabajo para que lo utilicen panaderos, con un presupuesto de 127.682 euros, ha convencido, y el alcalde, Rafael Cornejo, espera iniciar los trabajos en «el menor tiempo posible».
En la actualidad y por falta de mantenimiento el inmueble presenta un estado bastante deteriorado y, con la finalidad de que luzca atractivo para una futura cesión a algún empresario vinculado a la industria del pan y la bollería, deberán actuar en los muros existentes, en las cubiertas, mejorar las chimeneas y adecuar el horno. «Se trata de un asador artesanal que merece la pena trabajarlo con morteros tradicionales para conservarlo», explica el regidor. Destaca por sus dimensiones, de aproximadamente dos metros de diámetro, y por el espacio útil con el que cuenta, en el que se ubicará un aseo y una zona de preparación de masas y trabajo. En el proyecto también se plantea su aislamiento para mejorar la eficiencia energética y la puesta en marcha del servicio.
«Disponemos de un local funcional y la intención que tenemos una vez concluya la restauración es prepararlo, cederlo o alquilarlo a personas que se dediquen profesionalmente a la elaboración y venta de pan. El objetivo, a parte de mantener el patrimonio, es conseguir población nueva o al menos fijar la poca que hay», sostiene. Con la recuperación del horno de leña el pueblo volverá a contar con un lugar de uso comunitario y utilizarlo además como punto de reunión y celebraciones para realizar asados u otro tipo de elaboraciones en días señalados.
Villanueva de Teba. El Ayuntamiento de Villanueva de Teba es el segundo de la comarca burebana que celebra la resolución provisional del ITJ. Con una ayuda de 98.875 euros, el primer edil, Valentín Puertas, pretende acondicionar una zona junto al bar como parque infantil con columpios y juegos para los pequeños. A su vez, y teniendo en cuenta que la mayoría de la población que reside en el pueblo tiene una edad avanzada, se instalará en los jardines de la iglesia un circuito biosaludable para que practiquen ejercicio físico en diferentes máquinas al aire libre.
Un museo de realidad virtual y un auditorio para Frías
Los 758.627 euros que ha recibido la ciudad de Frías procedente de Europa con dos ayudas (una de 461.243 y otra de 297.384 euros) harán posible que el Ayuntamiento desarrolle finalmente dos ambiciosos proyectos. El primero de ellos consistirá en la recreación virtual del municipio en época medieval, de sus calles, el castillo y la vida de sus vecinos a través de gafas de realidad virtual 3D. El museo se situará en la planta baja del edificio del antiguo cuartel, junto a la Oficina de Turismo, que también se someterá a un cambio.
La amplitud del espacio facilitará la incorporación de un área de coworking con la que pretenden fijar población y atraer nuevos pobladores hasta la ciudad o alrededores. Asimismo, una tercera sala que actualmente se encuentra en desuso se acondicionará como sala de exposiciones, que albergar una colección de obras pictóricas y piezas importantes de manera permanente. Hasta el momento, el único espacio de muestras se encuentra en el interior de la iglesia de San Vicente, donde los interesados puede contemplar piezas de arte sacro de gran valor. Por otro lado, la segunda subvención irá destinada a la rehabilitación del convento de Santa María de Vadillo -clausurado desde el siglo XIX- y su transformación en auditorio. En su interior prevén que se representen obras de teatro, proyecciones de películas, celebren de conciertos y otros eventos culturales.