Buscan «alternativas» para la CL-629 y aparcan la vía rápida

A.C. / Villasana de Mena
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A pesar de contar ya con un proyecto redactado para dotar de tres carriles a los 10 kilómetros de Villasana a El Berrón, la Consejería de Movilidad dice que dedicará 50.000 euros en 2023 a «estudiar» opciones

Las caravanas de coches en la CL-629 son habituales los fines de semana de verano o en otros periodos vacacionales. - Foto: DB

En diciembre de 2020, la entonces Consejería de Fomento y Medio Ambiente adjudicó por 108.750 euros la redacción de un proyecto de vía rápida para el tramo de 10 kilómetros de la carretera CL-629, que separa Villasana de Mena de Vizcaya. El trabajo ejecutado por M.B.G. Ingeniería y Arquitectura fue entregado en plazo la pasada primavera, pero los presupuestos de 2023 de la Consejería de Movilidad del nuevo gobierno regional solo han reservado una partida de 50.000 euros para esta vía de comunicación vital en Las Merindades y no hay previsión alguna de obras más allá de los trabajos de conservación.

Desde la Dirección General de Carreteras  han asegurado a DB que esta partida se destinará a «estudiar las alternativas posibles en el tramo de la carretera CL-629 comprendido entre Villasana de Mena y el límite con el País Vasco».

Así pues, todo apunta a que el proyecto de vía rápida o tres carriles, con el formato de 2+1, queda aparcado de momento a la espera de esas alternativas que se van a estudiar. Fuentes del mismo departamento afirman que «se está trabajando en distintas propuestas con el objetivo de ofrecer una solución lo más eficaz posible y que cuente con el consenso de los vecinos de la zona, que son los principales afectados».

En 2018, los graves accidentes que se habían producido en esta carretera y que se siguen repitiendo -el último mortal en octubre-, así como sus niveles de tráfico, llevaron a los alcaldes de Las Merindades a unirse para exigir juntos una autovía. Era la misma reivindicación que ya se puso sobre la mesa en los años setenta, cuando alcaldes de doce municipios de la comarca, catorce de Vizcaya y dos de Cantabria mantuvieron un encuentro.

La primera respuesta oficial llegó en enero de 2020 cuando el director general de Carreteras, quien continúa en el cargo, Jesús Félix Puerta, anunció que el Gobierno regional proyectaba convertir esta carretera en una vía rápida.

Alcaldes y concejales de los principales municipios de la comarca, Medina de Pomar, Villarcayo, Espinosa de los Monteros y Montija mantuvieron una reunión con el entonces consejero de Fomento, Suárez-Quiñones, solo un mes después y éste desechó la posibilidad de construir una autovía. El argumento fue económico, puesto que los estudios que ya había realizado la Consejería cifraban en unos 200 millones de euros el coste de una autovía de Montija al límite con Vizcaya y el presupuesto anual para los 11.500 kilómetros de carreteras de la región ascendía aquel año a solo 65 millones.

Suárez-Quiñones prometió que el director regional de Carreteras se trasladaría a Merindades para presentar el estudio de alternativas y que apostaba por la vía rápida. Pero llegó la pandemia y nunca hubo presentación.

6.400 vehículos al día. Sin embargo, Fomento decidió dar un paso adelante y en julio de 2020 sacó a licitación la redacción del proyecto de vía rápida para el tramo con mayor densidad de tráfico, que en 2021 alcanzó una media de 6.383 vehículos diarios, aunque en 2019 subieron a 7.168.

La Junta de Castilla y León ha invertido 108.700 euros en ese documento que cifra en 15,6 millones el coste de transformar en vía rápida el tramo que va del kilometro 100,4 al 110,4, el que con diferencia del resto se encuentra en estos momentos más deteriorado y con mayores signos de envejecimiento, a la par que con el tráfico más intenso.

Hace un año, la Junta de Castilla y León señalaba a DB que tras la redacción de este primer proyecto irían los de los dos tramos que completan los 30 kilómetros de más tránsito de esta carretera, que entre Villasana y Bercedo llegó a una media de 4.027 vehículos en 2021.