Comerciantes y vecinos celebran que Trinas se peatonalice

C.M.
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Vías Públicas contrata la redacción del proyecto para hacer las obras en esta céntrica calle cuando se disponga de partida

La acera es muy estrecha y está inclinada, lo que hace que se produzcan resbalones. - Foto: Christian Castrillo

Es una calle en forma de 'L' de 1.116 metros de largo en pleno centro de la ciudad, en las traseras de Correos y a un minuto de la estatua del Cid, que se usa para aparcar y como paso para llegar a un centro educativo, y que adolece de accesibilidad e iluminación. Vecinos y comercios llevan siete años reclamando una actuación en la calle Trinas y parece que por fin el Ayuntamiento va a satisfacer su demanda.

El equipo de Gobierno ha encargado la redacción de un proyecto para su peatonalización por un importe de 16.758 euros. El objetivo es contar con la solución técnica para posteriormente sacar las obras a concurso a lo largo de 2023 cuando se tenga partida presupuestaria. 

Los residentes y comerciantes confían en que en esta ocasión el proyecto no se quede en un cajón, dado que la peatonalización de esta vía se prometió en 2015 por el equipo de Gobierno de Javier Lacalle cuando se demolió el muro de piedra en la acera de la trasera de Correos y se sustituyó por una valla metálica, tras las quejas ciudadanas y con pronunciamiento del Procurador del Común incluido. Se logró ampliar una de las aceras pero la situada junto a los portales de las viviendas y algunos negocios se encuentra cada vez más degradada. Es muy estrecha, lo que impide el tránsito en silla de ruedas, las baldosas están rotas y la inclinación que tiene hace que se produzcan numerosas caídas de personas de edad avanzada. «Es una calle que se ha deteriorado mucho, las aceras son muy estrechas y muy pronunciadas y cuando hiela son muy peligrosas y es una zona en la que vive gente mayor», asegura Fernando Santamaría, uno de los comerciantes de la zona. 

También se quejan de la mala iluminación pública, lo que hace que por la noche dé miedo pasar por esta calle. «Los comerciantes dejamos nuestras luces dadas por la noche porque la zona es peligrosa, dado que se han producido varios intentos de robo, dos en mi caso y otro en la calle San Pablo aunque gracias a nuestras cámaras se cogió a los ladrones», añadió. 

En este sentido, asegura que ningún vecino ni comerciante se opone a la peatonalización, todo lo contrario, dado que la actuación permitiría seguir manteniendo la carga y descarga para Correos y el acceso a los garajes de las viviendas. Paralelamente, se suprimirían los aparcamientos en zona azul aunque no llegan a la decena. 

En opinión de los comerciantes y residentes, la peatonalización de la calle Trinas no tendría incidencia en el tráfico. «Es una calle prácticamente muerta que se usa o para aparcar o para salir a la calle la Calera o por parte de los padres que llevan a sus hijos a un colegio de la zona. No tiene ningún sentido y la peatonalización no tendría ningún efecto negativo», añadió, al tiempo que subrayó que todo serían ventajas para los comercios y también para los vecinos. 

Cabe recordar que en febrero del año 2015 el entonces alcalde, Javier Lacalle, prometió la peatonalización para el mandato de 2019 aunque no se llevó a cabo y ahora el actual equipo de Gobierno quiere retomar esta idea encargado la redacción del proyecto aunque la ejecución material se tendrá que programar a lo largo de 2023.

El objetivo es seguir ganando metros de ciudad para el peatón siguiendo la estela de las actuaciones previstas en esta zona de la ciudad en la que en próximas fechas se intervendrá en la calle Santa Clara y Progreso, en concreto se actuará en la acera junto al convento de las Clarisas al ser un paso muy estrecho que impide el paso a personas con movilidad reducida y se peatonalizará San Julián.