Ignacio Camarero

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Ignacio Camarero


Dos noticias

27/09/2021

Mi buen amigo y mejor columnista, Alejandro Sarmiento, me convenció. Hará un par de meses. Es inútil empeñarse en opinar de algo que ya no defienden ni los curas... Así que le haré caso. Hoy no diré lo que pienso. Me limitaré a rescatar dos noticias. Saquen ustedes las conclusiones. La primera viene de Texas. El segundo en población de los estados unidos de América. Cerca de treinta millones de habitantes. Con una tasa de paro que apenas llega al cinco por ciento. Con una capital que supera en renta per cápita a Nueva York. Y con una media estatal de ingresos por cráneo, de más de cincuenta y cinco mil dólares al año -primera nota de ayuda: no todos los tejanos participan en rodeos y van a trabajar con sombreros de Cowboy-. La segunda noticia procede de nuestro país. Cuarenta y siete millones de nombres en el padrón. Un porcentaje de desempleo cercano al quince por ciento. Y una retribución media por individuo, individua, o individue, algo superior a los veintiséis mil euros -segunda nota de ayuda: no todos los españoles acudimos a los toros y bailamos sevillanas- El caso es que en el estado americano acaba de entrar en vigor una nueva ley. La llamada ley del latido del corazón. Una legislación que protege la vida de todo corazón humano audible y visible en una ecografía. Aproximadamente a partir de la sexta semana de gestación. Y que permite que, no importa quién, denuncie a los médicos, carne de prisión, o a los asistentes implicados en la finalización de la vida de un corazón que ya late. Mientras, en Madrid, en el Congreso de Diputados se ha dado este martes luz verde a la proposición de ley de la también denominada reforma de salud sexual, y reproductiva, y de la interrupción voluntaria del embarazo. Esta propuesta, del partido socialista, pretende igualmente meter en la trena, de tres meses a un año, a quienes se manifiesten en contra del aborto en las inmediaciones de los centros habilitados para ello. Dicho de otra manera. Los carceleros de Austin serán los presos en Madrid. Los verdugos de Madrid, víctimas en Austin. Así que opinen ustedes. Yo me doy mus. Al menos por hoy. No soy cura. Como dice Alejandro. Y mejor así. Occidentales. Demócratas. Y contemporáneas. Dos noticias.