Reconocen a La Nueva Farándula la licencia de discoteca

J.M.
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La Asesoría Jurídica del Ayuntamiento defiende que el anterior arrendatario no tenía legitimidad para solicitar la baja de este permiso al dejar el local

El negocio ha cambiado recientemente de gestores pero goza de licencia de discoteca desde hace décadas. - Foto: Luis López Araico

Un informe de la Asesoría Jurídica del Ayuntamiento de Burgos ha determinado que el nuevo inquilino de La Farándula, local de ocio nocturno ubicado en la plaza de Las Bernardas, sí tiene derecho a poder regentar el negocio con la licencia de discoteca de la que ha disfrutado el establecimiento durante décadas y señala que el anterior arrendatario, cuyo contrato de alquiler se extinguió el 5 de abril de 2021, «no podía renunciar a una licencia» de la que «había dejado de ser su titular» con su salida del local. Dicho de otra manera, la solicitud o la pretensión del hostelero para que se diera de baja esa autorización carecería de legitimidad.

Cabe recordar que las licencias de discoteca son una de las autorizaciones más codiciadas dentro del sector del ocio nocturno ya que el Ayuntamiento tiene restringidos este tipo de permisos para evitar que en la ciudad coincidan en un espacio concentrado establecimientos con el horario de cierre más tardío que permite la normativa (los pubs tienen que bajar antes la persiana).

En el informe elaborado por la Asesoría Jurídica del Ayuntamiento se defiende que el mismo día que concluyó el contrato con el anterior arrendatario «se transmitió tácitamente la licencia de actividad al propietario del local». Quien, a su vez, la transfirió posteriormente al actual inquilino.

En el hipotético caso de que esa «renuncia» a la licencia por parte del anterior arrendatario se hubiera llegado a presentar en el registro del Ayuntamiento antes de la extinción del contrato tampoco conseguiría el objetivo de dar de baja esa autorización ya que el informe detalla que «una renuncia de este tipo entrañaría un abuso de derecho a la luz del artículo 7.2 del Código Civil», además de una renuncia en perjuicio de terceros.

Se recuerda en este punto que si bien la licencia iba a dejar de «tener utilidad» para quien dejaba el local, pero sí la tendría para el propietario del local en que se venía desarrollando la actividad.

En este sentido, el letrado municipal recalca en su argumentario que «la renuncia a la licencia no reportaba beneficio alguno para General Yagüe 8 S.L. (así es como se llama la empresa) y sí solo un grave perjuicio para el propietario».

El actual inquilino, cuya sociedad está bautizada como 'La Nueva Farándula S.L.', se anota, al menos por el momento, una victoria en el Ayuntamiento y logra la tranquilidad de saber que cuenta con el respaldo municipal para que el local siga siendo una discoteca.