Miembros de bandas juveniles, bajo la lupa

F.L.D.
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La llegada a las prisiones de integrantes de estos grupos obliga a los funcionarios a ponerles el foco para evitar una escalada violenta

La llegada a las prisiones de integrantes de bandas juveniles obliga a los funcionarios a poner el foco sobre ellos para evitar una escalada violenta. - Foto: Jesús J. Matías

Una macro operación policial evitó que la banda Latin Kings ganara protagonismo en las calles de Burgos. Los cabecillas de este grupo delictivo habían logrado captar a una serie de jóvenes, todos de origen sudamericano, a los que incitaban a batallar con otras padillas rivales y afianzar su territorio. Peleas a puñetazo limpio, con machetes, amenazas en redes sociales... Una escalada violenta cortada de raíz por agentes de la Comisaría Provincial, que detuvieron a 12 personas miembros de esta organización. Hace unos días fueron condenados a penas de entre 1 y 2 años de cárcel. Antes de ser juzgados, algunos de ellos ya estaban siendo vigilados en prisión por el Grupo de Control y Seguimiento.  

El objetivo de los funcionarios es evitar que en el Centro Penitenciario logren captar para su banda a otros delincuentes que se encuentren por otros motivos. Por supuesto, evitar que retroalimente su carácter violento para que no se repita cuando salga nuevamente a la calle. Hasta la fecha del juicio, celebrado el pasado 28 de noviembre, dos internos de los Latin Kings que tenían que sentarse en el banquillo estaban bajo la lupa. En ambos casos, se encontraban por otros motivos a la asociación ilícita. 

La vigilancia del Grupo de Control y Seguimiento parece justificada a tenor de la peligrosidad mostrada por uno de estos presos, que se encuentra interno en el centro por un intento de homicidio al apuñalar a otro hombre por la espalda con un cuchillo de 12 centímetros de hoja en diciembre de 2020. Debe cumplir seis años de cárcel por este delito y otro más por el de asociación ilícita pactado hace dos semanas por su vinculación con los Latin Kings. 

Desde que entró hasta ahora, ha mostrado una actitud violenta en más de una ocasión y ha pasado épocas en aislamiento por comportamientos inadecuados, la última unos días antes de volver a sentarse en el banquillo de la Audiencia Provincial, según reconocen fuentes de la penitenciaría de Burgos. Conductas que le ponen aún más en el foco de los funcionarios que se encargan de la vigilancia de bandas. 

Pero las pandillas juveniles, que por el momento no están teniendo especial relevancia en la provincia de Burgos, no son las únicas que están en el radar del Grupo de Control y Seguimiento. También hay bandas delictivas especializadas en robos. Algunos de estos miembros comparten estancia en la misma cárcel tras ser detenidos y juzgados. Lo que intenta el personal de interior es evitar que mantengan su comportamiento delictivo y que vuelvan a delinquir nada más salir a la calle. En su momento, también se centraron en presos miembros de Resaca Castellana, pero este grupo radical vinculado al fútbol ha perdido peso en los últimos años.