La orla 'cum laude' de la UBU

H.J.
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La Asociación de Antiguos Alumnos y Amigos de la Universidad de Burgos prepara para abril un gran encuentro de estudiantes salidos de la institución. DB repasa algunos de los más destacados

La orla 'cum laude' de la UBU

Todos tenemos en la retina esa imagen tan americana de un campus universitario repleto de recién graduados, con sus orlas, sus togas y sus birretes, que tras la pertinente pompa y ceremonia acaban lanzándolos repentinamente al aire con una explosión de júbilo y energía juvenil. No será tan idílico, pero si cuaja la idea de la Asociación de Antiguos Alumnos y Amigos de la Universidad se puede preparar una buena fiesta el primer fin de semana del mes de abril.

El organismo bautizado como Alumni es una asociación sin ánimo de lucro cuyo objetivo es unir a quienes un día fueron estudiantes con la sociedad burgalesa. Su razón de ser, como ellos mismos manifiestan, es "promover el encuentro entre antiguos compañeros que compartieron aulas y experiencias durante una parte importante de su vida, uniéndolos a las personas que, sin ser ex-alumnos, son amigos y, como los antiguos alumnos, también luchan por el engrandecimiento de nuestra Universidad". Y la que están organizando promete ser el mejor ejemplo de su empeño.

Quieren juntar, el sábado día 4 de abril, a varios centenares de los alrededor de 40.000 hombres y mujeres que han pasado por las aulas de la Universitas Burgensis y para ello preparan una comunicación masiva con los en su día graduados, diplomados o licenciados.

Gracias a la ingente base de datos que maneja la UBU, algunos recibirán un email en su dirección actualizada. Otros, sin embargo, tendrán un mensaje electrónico en aquel viejo buzón cuya referencia dieron en su día a la Universidad y que ahora tienen en desuso, así que deberían estar atentos a sus bandejas. Y unos cuantos serán contactados mediante correo postal, quién sabe si en la casa de sus padres o en el piso de alquiler que tuvieron cuando estudiaban aquí. Así que valga también esta publicación en el periódico como alerta oficiosa para que todo antiguo alumno ponga en marcha sus redes sociales y personales para enterarse del evento e inscribirse en él.

Les faltan algunos detalles y en Alumni prefieren no adelantarlos hasta no tenerlos cerrados, pero su presidenta, Pilar López Lorente, trabaja en un programa en el que haya una parte institucional, otra lúdica con alguna actuación y un cóctel para que los viejos compañeros puedan saludarse con libertad y fraternidad, durante un rato de charla informal en el que recordar gestas pretéritas. Todo ello enmarcado en las celebraciones del décimo aniversario de la Asociación de Antiguos Alumnos y de las bodas de plata de la propia UBU, que está rematando los festejos por sus primeros 25 años de vida.

Con ese recorrido de un cuarto de siglo a sus espaldas, y más todavía si tenemos en cuenta los precedentes del CUA o el CUI o la Escuela de Aparejadores, la orla histórica de la UBU ha tomado ya un cuerpo notable. Sería imposible reunirlos a todos aquí pues serían necesarios varios periódicos monográficos para repasarlos, pero sí podemos extraer a unos cuantos de entre los más notables para comprender el peso académico y profesional que la institución académica burgalesa va tomando en muchísimos ámbitos de la sociedad. Entre estos cum laude por méritos muy diversos los hay de distinta transcendencia, y como siempre que se hace un listado ocurrirá que no están todos los que son, aunque hemos intentado que sean todos los que estén. 

Por ejemplo, en el ámbito de la Política, hay notables titulados burgaleses de todos los colores políticos. En el PSOE encontramos al portavoz socialista en el Senado, Ander Gil, menés que se formó como maestro de Primaria en el campus de San Amaro; a Luis Tudanca, secretario general del PSOE de Castilla y León que estudió Derecho; a Esther Peña, diputada que cursó un postgrado de Experta en Servicios Sociales; y al propio alcalde de la ciudad, Daniel de la Rosa, diplomado en Gestión y Administración Pública y licenciado en Ciencias Políticas y de la Administración. 

De la Rosa no es el primer alcalde que ha estudiado en la ciudad que ahora gobierna. Su predecesor en el cargo, Javier Lacalle, también cursó Derecho en el antiguo Hospital del Rey, lo mismo que la senadora Cristina Ayala. Aunque haya acabado en la carrera pública, el actual consejero de Presidencia y expresidente de las Cortes regionales, Ángel Ibáñez, pasó por las aulas de Químicas, algo poco usual entre los políticos que suelen ser más tendentes a los estudios legales.

Por parecidas razones llama la atención María González Corral, ingeniera de Caminos y doctora en Ingeniería Civil que desde mayo de 2019 es directora general de Desarrollo Rural de la Junta de Castilla y León.

Más allá del ámbito político, el sector jurídico cuenta también con notables ejemplos. La jueza decana, Blanca Subiñas, o la presidenta de la Sala de lo Contencioso del Tribunal Superior de Justicia de Burgos, Concepción García Vicario, son exalumnas de la Burgensis. Miguel Collado, que fue vocal del Consejo General del Poder Judicial hasta 2013, también salió de esas mismas, como también José Luis Martín Palacín, abogado del Estado y exasesor jurídico del Ayuntamiento de Burgos, al igual que Ana Caro Muñoz, licenciada en Derecho y gerente de la Universidad de Oviedo.

Algo más veteranos, María Aránzazu Calzada pasó por el CUA cuando todavía dependía de la Universidad de Valladolid y allí se formó en Derecho. Ahora es secretaria del Consejo Social de la Universidad de Alicante. También en el organismo que fue el germen de la UBU estuvo el rector de la Universidad Isabel I, Alberto Gómez-Barahona, e igualmente el magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena. Este último, afincado en Cataluña durante muchos años, se hizo famoso en toda España en el otoño de 2017, durante los primeros días del procès catalán, porque le tocó lidiar con la querella de la Fiscalía General del Estado contra la expresidenta del Parlament Carme Forcadell y otros cinco ex miembros de la Mesa de la Cámara catalana por, entre otros, el delito de rebelión, y después de la causa contra el prófugo Carles Puigdemont, contra Oriol Junqueras y el resto de políticos presos.

De la facultad de Comunicación salió David Ruiz, vocalista de La M.O.D.A., uno de los grupos con más pegada en el panorama musical español, cuyo tirón se ha multiplicado en los últimos años y que es el principal exponente de la música local. Junto a sus compañeros y sus ya míticas camisetas de tirantes blancas ha encontrado el éxito aunque fuera de su ámbito de estudios. También salió de Comunicación Anna Cruz, jugadora de baloncesto, que ganó una medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Río con la selección española, es campeona de Europa y obtuvo el Anillo de la NBA femenina con su equipo, los Minnesotta Lynx, en 2015. Otros periodistas formados en la joven titulación de Burgos han sido David García Gómez, actualmente en la información deportiva de Radio Nacional de España, o Graciela Álvarez Lobo, presentadora de Real Madrid Televisión.

Vinculados al deporte aunque procedentes de diversas titulaciones tenemos a los atletas Jesús Gómez, Daniel Arce y Tomás Tajadura o a los ciclistas Carlos Barbero y Mikel Landa (este último vasco), así como al exfutbolista Pablo Infante, héroe de aquel CD Mirandés que subió por primera vez a Segunda División y que llegó admirablemente hasta semifinales de la Copa del Rey en el año 2012.

Entre los científicos más sobresalientes encontramos a la ingeniera informática Leyre Murillo Villar, recientemente nombrada como una de las 20 mujeres más destacadas de todo el mundo en Ingeniería de Datos y Tecnología, que ahora trabaja en una empresa de Australia, así como un nutrido equipo de químicos entre los que podríamos citar a Carlos Briones, experto en evolución molecular que trabaja como investigador en el CSIC, a Virginia Ruiz Fernández, investigadora principal en el CIDETEC del País Vasco, o a Mercedes Gutiérrez Álvarez, responsable de participación comunitaria en una empresa del grupo IKEA con sede en Malmoe, Suecia.

Los profesionales del ‘hormigón’, aquellos que han desarrollado carreras técnicas, cuentan también con figuras destacadas, empezando por Antonio Méndez Pozo, presidente de la Cámara de Comercio, que formó parte de la primera promoción de la antigua Escuela de Aparejadores, posteriormente integrada en la UBU. Entre esos ingenieros encontramos también a Jorge Hernández Ruiz, gerente de Infraestructura del Área Norte en el Adif; o Alejandro Barriuso Mediavilla, que es jefe del servicio de Proyectos y Obras en la Confederación Hidrográfica del Duero. Hay también un gran número de jóvenes que pese a su relativamente carrera ya son figuras destacadas en su sector, como David Gutiérrez, que dirige la construcción en Colombia del puente más largo de América Latina, o Carmen Díaz-Caneja Nieto, cuyo puesto está en una gran constructora en Washington, Estados Unidos.

Cambiando completamente de ámbito profesional, el licenciado en Patrimonio Histórico Rodrigo Burgos dirige el museo MEGA de Estrella Galicia, en La Coruña, tras su paso por el Museo del Libro y el de Pagos del Rey, en Zamora. El diplomático Juan José Buitrago, licenciado en Geografía e Historia en el CUA, es cónsul de España en Caracas; Cristina Martínez Carazo es profesora de cine y literatura en la Universidad de California, y el escritor Óscar Esquivias ha cautivado a miles de lectores con sus novelas y sus cuentos. 

Pedro Bartolomé Arce, diplomado en Educación Musical, es el director de la Joven Orquesta de Burgos, y Enrique García Revilla preside la OSBU, mientras que, sin salir del ámbito musical en el que Burgos puede presumir y presume de figuras relevantes, el enfermero Simón Cordero es batería del grupo Taburete. 

Entre quienes están progresando en el sector financiero o de la empresa tenemos una lista que en sí misma podría ser interminable en la que estarían por méritos propios Óscar Arce, director general de Economía y Estadística en el Banco de España; Jesús Pascual, consejero delegado de Grupo Antolín; el exdirector de Bridgestone Fernando del Cerro; Alicia García Herrero, consultora para Asia-Pacífico del banco francés Natixis; Enrique Vallés, director de Recursos Humanos de Adisseo; Virginia Aguilar Arcos, consultora de la multinacional del márketing online Hubspot, con sede en Dublín; Inés Plaza Conde, directora de recursos humanos de la División Lujo de L’Oreal en Madrid, Ignacio Álvarez, experto en sistemas inteligentes de transporte autónomo que ha hecho carrera en la BMW y desde hace cinco años trabaja en Intel Corporation en Portland (EEUU); o Raúl Melgosa Arcos, CEO del grupo Komtes dedicado a la extinción de incendios.

Si la mitad de todos los mencionados, y no digamos la mitad de todos los que han pasado por las aulas de la UBU, pudieran acudir a la fiesta de primeros de abril, justo a las puertas de las vacaciones de Semana Santa, los organizadores lo considerarían tal éxito que incluso se verían desbordados, pero bendito problema. 

Un listado tan amplio demuestra que la institución burgalesa ya ha visto pasar por sus aulas a una cantidad ingente de talento, ha superado sus viejos complejos (si es que algún día los tuvo) y que sus titulados van relatando henchidos de orgullo por España, Europa y el mundo entero que salieron de una universidad joven pero sobradamente preparada, donde se forman líderes del presente y del futuro.