Licitan el proyecto del nuevo cuartel de Villasana de Mena

A.C.
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El Ministerio del Interior, que ha reservado 470.500 euros al derribo, planea construir un edificio de dependencias oficiales y cuatro viviendas para los guardias en la primera fase

El viejo cuartel de Villasana fue abandonado en 2015. - Foto: A.C.

El compromiso que el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, manifestó a la alcaldesa del Valle de Mena, Lorena Terreros, el pasado mes de mayo, tiene todos los visos de que se cumplirá y las obras de construcción del nuevo acuartelamiento de la Guardia Civil comenzarán en Villasana antes de que el presidente Sánchez agote la legislatura. Las obras de demolición del viejo edificio están a punto de adjudicarse después de que el viernes se dieran a conocer las catorce empresas que han optado a ejecutar unos trabajos valorados en 470.529 euros y unos días antes salía a concurso la redacción del proyecto básico y de ejecución que habrá de realizarse mediante la tecnología BIM (Building Information Modeling), cada vez más reclamada a los profesionales de Arquitectura e Ingeniería.

En una respuesta del Gobierno a senadores del PP se avanzó que la inversión de 2,2 millones estaba prevista en el Plan de Infraestructuras de la Seguridad del Estado aprobado en enero de 2019. Entonces se avanzaba que el cuartel iba a contar con siete viviendas, pero el concurso plantea realizar el proyecto solo de cuatro que forman parte de una primera fase, por lo que el coste final previsiblemente esté por debajo de los 2 millones.

El mal estado del viejo cuartel de Villasana de Mena, un edificio de casi 1.500 metros cuadrados construidos sobre una parcela de 5.287 metros, obligó a las familias de los guardias a dejar las viviendas en 2012 y a dejar de atender al público y clausurarlo definitivamente en 2015. El Ministerio de Interior avanza en los documentos técnicos de sendos concursos que los pabellones de la fachada norte sufren hundimientos que han afectado tanto a la cubierta como al forjado que separa la planta baja y la primera. Ello junto a las «deformaciones» del edificio recomienda la demolición completa de un inmueble que ya en 1997 se encontraba en mal estado.

Entre las catorce empresas que se han presentado al procedimiento para la demolición, la villarcayesa OPP 2002 Obra Civil cuenta con la mejor valoración y puntuación técnica, así como el mejor presupuesto, que baja a 230.674 euros con impuestos incluidos. Los empresarios interesados tuvieron oportunidad de visitar el viejo cuartel el pasado noviembre para observar los detalles del trabajo, que una vez adjudicado, deberá ejecutarse en dos meses.

Mientras, las empresas que concurran antes del 20 de enero a la redacción del proyecto básico y de ejecución a partir del diseño y el modelo virtual que ya ha realizado el Ministerio del Interior, contarán con tres meses para desarrollar el trabajo, una vez firmen el contrato. Interior plantea construir un edificio de dependencias oficiales dividido en dos módulos entre los que se ubicará el patio de armas y las plazas de aparcamiento de vehículos de oficiales y familiares. En otro inmueble se situarán las cuatro viviendas de 85 m2 cada una y tres dormitorios. En total, se prevé construir 827 metros cuadrados, casi la mitad de los que reúne el viejo cuartel.

consumo casi nulo. Una de las exigencias para los encargados de crear el proyecto es la de diseñar edificios de consumo de energía casi nulo con la implantación de todas las fórmulas posible en cuanto a orientación y otras premisas, así como mediante energías renovables, como solar fotovoltaica, aerotermia o geotermia. En el pliego de condiciones, el Ministerio también plantea exigencias en cuanto a la fachada que será de piedra de la zona en colores tostados y suaves con pletinas de acero negro.

El cuartel de Villasana tiene asignados 13 guardias que desde 2012 están realojados en pisos alquilados por Interior en la calle La Isla. El alquiler de estas viviendas y de las oficinas, ubicadas en la misma dirección y que solo ofrecen atención al público los viernes por la mañana, tiene un coste anual de 40.656 euros, como denunciaba hace pocos meses la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC). En octubre de 2023, el desembolso del Gobierno habrá superado los 300.000 euros, según los cálculos de AUGC, que calificaba este gasto de «despilfarro»