Esther Alonso

Ser o Tener

Esther Alonso


Electricistas

23/02/2022

Los actores de reparto suelen ser, a menudo, los que más me interesan. Inadvertidos para la mayoría de los que contemplan la escena; despreciados, muchas veces, por quienes desempeñan los papeles estelares, y utilizados como pagafantas por los segundones, terminan, al final, siendo vilipendiados por todos. 

El recién dimitido coordinador de la Alcaldía de Madrid, Ángel Carromero, al que se apoda, sin complejos, como uno de los fontaneros del PP, encarna muy bien ese perfil al que me refiero, sin cuya colaboración el pilar maestro que sujeta cualquier trama, se vendría abajo.

Hasta hace unos días, el fontanero Carromero se ganaba su nómina en el Ayuntamiento de Madrid bajo la figura de asesor del alcalde, aunque su nombre apareció en medios de comunicación por vez primera cuando en 2012 fue condenado en Cuba a cuatro años de cárcel por homicidio imprudente de dos opositores del régimen, cuando viajaba con ellos en un coche que, según las autoridades cubanas, circulaba con exceso de velocidad. Un acuerdo con el Gobierno de Cuba por parte del Ejecutivo de Rajoy le permitió, no obstante, salir de la isla a los dos meses con el compromiso de que cumpliría la condena en España, donde a las dos semanas ya se le concedió el tercer grado, consiguiendo, en tiempo récord, la pulsera de control que ya le facilitaba dormir en su casa. A ello debe añadirse que, pese que dos meses antes del accidente de Cuba a este personaje de reparto ya se le había abierto en España un expediente para la retirada del carné por sus numerosas sanciones, algunas de ellas por exceso de velocidad, el entorno de Carromero afirmaba que su coche había sido embestido por detrás por otro vehículo…

Fontaneros hay en todos los partidos, quizá porque ninguno se salva de empalmes de tuberías, grifos que gotean y conatos de inundaciones… Y aunque su máximo exponente podría haber sido el extesorero del PP Luis Bárcenas, lo cierto es que su discutible figura permanece siempre en la sombra de las estructuras y organigramas de todas las siglas políticas. De hecho, yo diría que son como la energía, que no se destruyen, solo se transforman, por eso creo que, además de cómo fontaneros, deberían ser apodados como electricistas.