La afición del Burgos Club de Fútbol se frota los ojos cuando echa un vistazo a la clasificación y ve a su equipo en la novena plaza, mucho más cerca de los puestos de privilegio que de la zona de descenso. La victoria en Las Palmas ha reforzado su imagen de equipo revelación en Segunda División y le ha permitido dar un salto enorme en su objetivo real, que es la permanencia. Ahora espera el Real Oviedo, un histórico y aspirante al ascenso con el que, sorprendentemente. Está empatado en la tabla clasificatoria.
Tras los tres puntos sumados contra Las Palmas, el Burgos llega a los 38 puntos, a solo 12 de los 50 que teóricamente marcan las salvación cuando restan 15 jornadas para concluir el campeonato.
Por detrás tiene a 13 rivales, algunos de ellos llamados a luchar por el ascenso y que ahora mismo están inmersos en la batalla por eludir el descenso. Rivales como Real Zaragoza, Leganés, Málaga. Huesca o el propio Sporting de Gijón tienen que mirar hacia arriba para encontrar al Burgos.
Por debajo, ahora mismo los que peor lo tienen son el Alcorcón, condenado ya al descenso con solo 12 puntos; y la Real Sociedad B, que tiene 20. Mientras, el CF Fuenlabrada, que fue capaz de empatar en Ipurua ante el Eibar, y el Amorebieta, que sumó un punto en Lugo, aún tienen mucho que decir antes de darlos por descendidos. De ahí las alarmas que han sonado en equipos grandes como el Zaragoza (30 puntos) o Málaga (32), en una situación muy incómoda ante el empuje de Fuenlabrada y Amorebieta. O el Mirandés (30 puntos), que ha tenido que cambiar de entrenador para intentar cambiar su situación.
El triunfo del Burgos CF en Las Palmas tiene además un valor añadido, ya que acaba con esa maldición que parecía perseguir al Burgos lejos de El Plantío. Había llegado un momento que daba la sensación de que el equipo de Calero no iba a ser capaz de ganar fuera. Lo hizo en la primera vuelta ante Real Oviedo y Real B, pero en los últimos enfrentamientos, pese a mejorar su rendimiento como demostró en Valladolid o Lugo, se estrelló presa de sus propios errores.
En Las Palmas sí encontró el premio que quizás había merecido más en otros partidos. Supo aguantar el empuje de su rival en la primera parte, como hizo sobre todo en Lugo, y esta vez en la segunda rentabilizó perfectamente el estado de necesidad del conjunto canario para sentenciar el encuentro.
Y con estos 3 puntos puede mirar a la cara en la clasificación a rivales como Ponferradina, Girona.