El Consistorio negocia comprar el campo de tiro de Villatoro

I.E.
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El Consistorio, que quiere ampliar allí su cinturón verde, ha tasado los terrenos en 175.000 euros, una cifra lejana a los 600.000 que ha pedido el Ejército en su primera propuesta

En el campo de tiro, que ya no se utiliza, todavía lucen señales de prohibido el paso. - Foto: Alberto Rodrigo

El Ministerio de Defensa continúa con su estrategia de deshacerse de aquellas propiedades a las que ya no encuentra ninguna utilidad. Una de ellas es el campo de tiro de Villatoro, un área de entorno a 50 hectáreas de terreno situada al oeste del camino que sale de la avenida Islas Baleares, pasa por debajo de la línea férrea, discurre a la derecha del manantial de Luzgardo y llega hasta la BU-30, junto al túnel de Fuente Buena. Hace años que las unidades del Ejército de Tierra radicadas en Burgos dejaron de usar este entorno para sus ejercicios, aunque todavía hay carteles que advierten de que se trata de una zona restringida y se prohíbe el paso. Se da la circunstancia también de que las sendas que recorren ese ámbito geográfico son cada vez más utilizadas por los aficionados a caminar y a la bicicleta. De modo que  esos terrenos militares se han convertido en un buen lugar donde ampliar el cinturón verde de la ciudad, algo que persigue el equipo de Gobierno del Ayuntamiento prácticamente desde el inicio de mandato. Pero igual que existen dificultades para negociar con dueños privados de parcelas -sobre todo agricultores- a fin de que accedan a vender sus tierras, la llegada a un acuerdo con Defensa tampoco va a ser un camino de rosas.   

Los contactos entre las Fuerzas Armadas y el Consistorio ya han comenzado y, de hecho, ya han cruzado las primeras ofertas. Tras conversaciones informales entre miembros del equipo de Gobierno y de la Subdelegación de Defensa, fue esta la que movió ficha en primer lugar y envió la tasación oficial del Ejército de Tierra, que es el propietario actualmente, pues el campo de tiro aún no ha pasado a formar parte del Invied -Instituto de Vivienda, Infraestructura y Equipamiento de la Defensa-, un trámite que habrá de completarse para poder realizar y culminar la operación si se acercan posturas. El precio de salida que pone Defensa son 600.000 euros, una cantidad que está lejos de la que está dispuesto a pagar en principio el Ayuntamiento. Tras llegar esa propuesta las concejalías de Fomento y Medio Ambiente se pusieron a trabajar y a analizar los terrenos que quiere adquirir para la ciudad, tras lo cual ese último departamento efectuó su propio cálculo del valor de las parcelas, 175.000 euros. Por tanto,  queda un largo camino por recorrer para llegar a un acuerdo.

¿Por qué tanta diferencia? El Ayuntamiento ha realizado la tasación según los metros cuadrados que aparecen en el catastro, que son 450.000, mientras que el Ejército lo ha hecho a través del título de propiedad, donde figuran, al parecer, 550.000 metros. Esta diferencia de 100 hectáreas es el primer motivo del desfase entre lo que pide Defensa y lo que ha estimado el Consistorio que vale el campo de tiro. Pero no es la única causa. La concejala de Patrimonio, Sonia Rodríguez -quien está al frente de la negociación- considera que el suelo que pretende comprar el Ayuntamiento «es un terreno baldío donde habrá que hacer inversiones para poder incorporarlo al cinturón verde, tanto para reforestación como para la posible descontaminación de alguna parte del la parcela, pues no hay que olvidar que se trata de un campo de tiro». Añade que su adquisición supondría «dar un fuerte impulso al cinturón verde de Burgos, pero no se puede hacer a cualquier precio». En estos momentos la pelota está en el tejado de Defensa, que debe contestar a la oferta de 175.000 euros que ha hecho la Corporación local. Todavía no ha respondido, aunque es verdad que solo ha tenido 10 días para valorarla.

Fuentes de Defensa explican que la enajenación de una propiedad del ejército está sometida a un procedimiento regulado, como ha ocurrido con Artillería o la Comandancia de Obras de la calle La Puebla. Y aunque admiten que en estos procesos «siempre se puede negociar», advierten de que no hay que olvidar que los bienes del estado no se pueden regalar, que su valor responde a una tasación oficial que lleva a cabo la Administración».

El concejal de Medio Ambiente, Josué Temiño, asegura que esta «es una buena oportunidad» para ampliar el cinturón verde de la ciudad, puesto que otros intentos con propietarios privados no han dado los resultados esperados, por ejemplo en la zona de Cortes. Desde el principio del mandato el edil ha querido obtener suelo para unirlo al perímetro forestal de la ciudad, porque «es necesario acometer nuevas reforestaciones para cumplir con los objetivos de la agenda 2030». Y también para ganar espacio de recreo para los ciudadanos. De hecho, si se alcanza un acuerdo, su departamento colocaría bancos, mesas y papeleras, como sucede en zonas como Fuentes Blancas y Cortes, zanja Temiño.