"Me siento parte del Villa de Aranda y de la ciudad"

GUILLERMO DE MARCOS
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El central del Recoletas Atlético Valladolid deja el balonmano tras 25 temporadas como profesional y repasa su trayectoria con especial recuerdo a su etapa en Aranda de Duero, la más larga de su carrera

Diego Camino antes de su último partido en el Villa de Aranda - Foto: Julio Calvo

El veterano central vallisoletano Diego Camino deja el balonmano tras 33 temporadas (25 como profesional). A sus 43 años, el ex del Villa de Aranda repasa su trayectoria en el 40x20 con especial hincapié en sus 12 años en el conjunto arandino, donde logró el ascenso a la Liga Asobal en 2012 y dejó una huella imborrable en la afición amarilla. 

¿Cómo se siente tras haber disputado su último encuentro como profesional? 
Me siento bien, de momento como otro año cualquiera, ya que ha acabado la temporada y no hay competición. Han sido unas semanas especiales y diferentes aunque en el día a día no ha habido mucho cambio. Se notará más cuando empiece la próxima pretemporada.

Dejo de jugar porque creo que ya lo he dado todo

¿Por qué se retira Diego Camino?
Son un cúmulo de circunstancias y la sensación de haber entregado todo lo que tenía dentro. Era el momento adecuado de parar. Me ha costado mucho volver por la lesión, ha sido un desgaste muy importante, pero realmente las razones de mi retirada son un conjunto, creo que es lo mejor.

¿Había pensado retirarse en la élite?
No he tenido ese pensamiento. Siempre he estado centrado en el club donde he jugado, la categoría no ha sido un condicionante, aunque la mayoría de mi carrera ha estado entre Plata y Asobal. Cuando he decidido parar tenía claro que no iba a jugar más abajo, pero no por la categoría, sino por haber dado ya el máximo.

¿Cómo fueron sus inicios en el balonmano?
Empiezo por casualidad, yo soy de un colegio de Valladolid, de La Enseñanza, que tiene bastante tradición de balonmano, pero fue por casualidad. Empezamos a la vez mi hermano Alberto y yo, estábamos esperando a mi madre que era profesora para que saliera de una reunión, faltaban unos niños y nos dijeron que si queríamos probar. Después de ello nos enganchó a los dos y a toda la familia.

12 años en Aranda, se dice pronto... 
Fue una experiencia increíble, tanto a nivel personal como profesional, muy identificado con la afición, siempre me han tratado de una manera inmejorable y lo recuerdo con mucho cariño, sigo teniendo mucho contacto con la gente de allí. Me siento parte del club y parte de la ciudad.

¿Se queda con algún momento en especial?
Bueno, ha habido varios, es difícil decir uno. Me quedaría con la fase de ascenso en Cangas por el año que vivimos, la culminación a tres temporadas de muchas dificultades con malos momentos. Fue el pico de un grupo muy humilde con mucho trabajo, logramos estabilizar al equipo y  finalmente la opción de jugar en Asobal, un sueño que parecía inalcanzable y se logró.

Y el peor momento, ¿su salida en 2015?
Fue algo inesperado, pero tampoco lo recuerdo con  rencor, son decisiones que tiene que tomar  el club y también yo. Prefiero quedarme con los grandes momentos y la demostración que recibí  por parte de toda la afición. Fue algo muy bonito y duro, pero lo recuerdo siempre muy bien. Me quedo con el cariño de la gente.

La afición es el motor del Villa de Aranda

¿Cómo ha vivido estos siete años desde la distancia?
Muy cerca, sufriendo y disfrutando como un aficionado más. Lo más importante, independientemente de los resultados deportivos, ha sido que el club sigue creciendo en su estructura pese a las dificultades, en su masa social, en su identificación. Es un club de referencia a nivel nacional y cuando se habla de balonmano, el Villa de Aranda es un club importante. La afición es el motor del club, siempre ha estado ahí, tirando del equipo cuando se le ha necesitado.

¿Qué le parece el trabajo de base que realiza el club?
Se lleva trabajando mucho con la cantera, el trabajo de base no es algo que de frutos a muy corto plazo. Desde hace años se viene apostando por ello y el paso de ir profesionalizando cada área. Son inversiones que dan sus resultados y es clave para que la afición se sienta reflejada  con el club.

El balonmano es parte de mi vida y seguiré ligado a él

¿Qué tiene pensado hacer ahora Diego Camino?
Ahora estoy en un periodo de reflexión y todavía no lo tengo decidido, pero seguro que será algo relacionado con el balonmano. Han sido 25 años de profesional y 33 jugando. Es parte de mi vida y seguro que de alguna manera seguiré ligado a este deporte.