El modelo del Mirandés es innegociable. En lo futbolístico, año tras año se apuesta por el fútbol intenso y con vocación ofensiva. En la dirección deportiva, las promesas de las mejores canteras no faltan. Y en la gestión económica, la mesura es el sello de distinción. Según expuso ayer el presidente de la entidad, Alfredo de Miguel, frente a medio centenar de accionistas, esta temporada nada va a cambiar y se mantendrá la calma a la hora de encarar inversiones.
Durante el ejercicio 2021-2022, el combinado de la ciudad del Ebro ingresó cerca de 8,9 millones de euros. Ahora bien, los gastos ascendieron a 8,8 millones. Con ello, se dio un desajuste con respecto a lo previsto inicialmente y, por ese motivo, el balance generado fue unos 150.000 euros menor a lo pautado. Eso sí, pese a ello, la entidad rojilla logró mantener un saldo positivo de 110.000 euros. Por tanto, sigue tratándose de un club saneado y solvente.
Asimismo, de cara a la presente temporada, las estimaciones resultan similares, aunque con un total de ingresos previstos que asciende a 9,6 millones de euros. Precisamente, en esta cuantía se incluyen los traspasos. Por ese concepto, en el que se encuentra la venta de Víctor Meseguer, los rojillos estiman en su presupuesto que recibirán este curso 1,51 millones.
Sin embargo, al mismo ritmo que suben los ingresos lo hacen los gastos. De hecho, para la vigente campaña, el desembolso previsto por parte del Mirandés llega hasta los 9,3 millones de euros. Es decir, casi un millón que en el curso anterior.
En cualquier caso, en las arcas de los jabatos se ha ido acumulando un importante remanente a lo largo del tiempo. No obstante, ni Alfredo de Miguel ni el resto de la junta directiva del Mirandés están dispuestos a tomar riesgos. Por ejemplo, al ser preguntado sobre el proyecto de la nueva grada de tribuna, que depende en buena medida del fondo CVC, el máximo accionista del club apuntó que «si la hacemos este año corremos el riesgo de meternos en 2 millones de deuda y quedarnos sin tesorería».
Sobre ello, De Miguel quiso remarcar que ese dinero que la entidad tiene reservado se alza como un verdadero salvavidas para un club que es «candidato al descenso». «Si no tenemos tesorería propia sería muy difícil recuperar la categoría», explicó. Además, añadió que «tenemos dinero para hacer la grada», pero al mismo tiempo aclaró que «se están haciendo las cosas para no tener dolores de cabeza».
Con todo, el presidente rojillo mostró cautela en todo momento e insistió en que el Mirandés debe conocer cuál es su realidad. «No nos damos cuenta de que Burgos es la capital y tiene una subvención municipal que nosotros no podemos tener», dijo. «Hacemos lo que podemos, es normal que nos gane el Burgos, tuvimos la desgracia de que nos metieron en el último minuto», expuso, antes de remarcar que «siempre vamos a estar en la pelea por abajo, por mucha ilusión que se tenga, el Mirandés no puede ganar todos los partidos».
Fichajes. Durante la junta ordinaria del club jabato, los asistentes también se interesaron por la parcela deportiva y no solo económica. Sobre esta cuestión, Alfredo de Miguel reconoció que «trabajamos seriamente desde hace tiempo» en «5 o 6» llegadas y «4 o 5» salidas, aunque no dio nombres ni posiciones. Se limitó a comentar que «vamos a intentar mejorarlo y traer buenos jugadores».